Diario Extra - BCR vendió mal el Bancrédito

La venta del edificio central del que fue el Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) está en alitas de cucaracha.
DIARIO EXTRA confirmó este jueves que el traspaso todavía no se ha hecho a los nuevos dueños.
La Procuraduría General de la República, quien debe hacer el trámite notarial, aún no autoriza el traspaso, dejando al Banco de Costa Rica (BCR) en una posición más que incómoda.
Ya pasaron cinco meses desde la adjudicación y nunca se concretó la entrega del inmueble.
Fuentes allegadas a este medio y a altos mandos en el BCR indicaron que la entidad solo tiene dos caminos: le devuelve la plata a los Raventós y con intereses o se mete en un pulso legal con el abogado del Estado.
Todo esto tiene un agravante y es que el costo de mantener ese edificio desocupado ronda los $80 mil (¢46 millones) por año.
Ante la disyuntiva nos dimos a la tarea de consultar a la Procuraduría, la cual confirmó que en efecto no se autorizó el traspaso.
La notaría le hizo consulta a la Contraloría General de la República sobre los alcances del artículo 11 de la Ley 9.506 por ser esta la encargada de lo relacionado con la disposición de fondos públicos y contestó que ante el vacío legal que tiene el citado artículo, se debió aplicar la Ley de Contratación Administrativa.
“Con base en ese criterio, la notaría, que era la encargada del trámite pues se requería hacer la escritura, devolvió el expediente administrativo”, indicó la Procuraduría.

POR UNA DENUNCIA ANÓNIMA

En este caso el BCR aduce ser víctima de lo ocurrido, pues a criterio de la entidad financiera siempre se actuó a derecho.
Todo este caso se origina de una denuncia anónima que señaló posibles roces de legalidad en cuanto al procedimiento de venta luego de que el BCR aplicara un rebajo de ¢1.200 millones en el remate.
“En el caso del edificio antiguo del Banco Crédito Agrícola de Cartago, es claro que la ley de fusión autoriza la rebaja en el precio, lo cual podría hacer presumir que no requiere de autorización de la Contraloría General de la República para rebajar la base del remate, pero lo cierto es que el Banco de Costa Rica debió haber declarado infructuoso el remate, porque la oferta no se ajustó al avalúo”, indica la denuncia de la que este medio tiene copia.
En el avalúo realizado por Ronny Vargas, de la Oficina Ingeniería y Valuación, se estableció el monto del inmueble en la suma de ¢4.736 millones, sin embargo, mediante correo electrónico Douglas Soto, gerente general del BCR, con base en la ley de fusión con Bancrédito solicita se modifique el monto base del remate estableciéndolo en la suma de ¢3.500 millones.
El antiguo banco negro había señalado a El Periódico del Pueblo que “en realidad no se hizo un descuento, sino que, a la falta total de ofertas al valor del avalúo, se rebajó la base de inicio del remate a un monto mínimo aceptable de acuerdo a los análisis financieros. El monto al que se colocó el inmueble fue superior al monto base del remate”.

SE CREÍA QUE ERA PARA EL MEP

El Grupo Relacionado GRCA es a quien el BCR se vería obligado a resarcir en caso de que el banco no encuentre otra salida. Se desconoce cuántos son los intereses que la entidad debería costear ante la caída de la venta.
El representante es Ignacio Gómez, quien guardaría un parentesco con una familiar de Nuria Marín Raventós.
Este grupo también aparecía en una lista de los potenciales oferentes ante el Ministerio de Educación Pública (MEP) para el traslado de oficinas.
De acuerdo con los datos del Registro Nacional, el terreno mide cerca de 1.611 metros cuadrados (m2) y el área de construcción 10.441 m2. Según avalúos previos a los que tuvo acceso El Periódico de Más Venta en Costa Rica, algunas partes están regulares y otras en buen estado.
Una vez que el BCR devolviera el dinero al adjudicatario, tendría que sacar el edificio nuevamente a remate.
El inmueble cumplirá más de un año desocupado ante el cierre de Bancrédito.
Para nadie es un secreto que tiene problemas y el comprador deberá invertir en su reforzamiento, si es que hubiera un interés por mantener la estructura que data de 1975.