Dos hombres fueron asesinados con más de 8 balazos en Limón. El primero de ellos, identificado como Ismael Matarrita Nova, de 25 años, quien era conocido en la zona como taxista informal, fue acribillado en la urbanización Lincoln, cerca de Corales 3.
Eran las 7:30 a.m. cuando la víctima conducía por el camino alterno que lleva a Limón centro en su vehículo blanco.
De un momento a otro unos sujetos en moto se colocaron al lado del conductor, sacaron un arma calibre 9 milímetros y lo obligaron a detenerse para luego dispararle en al menos 8 ocasiones.
Los responsables del crimen huyeron del lugar y minutos más tarde uno de los vecinos fue quien vio al joven fallecido y llamó a las autoridades.
TERCERA OCASIÓN
Esta no era la primera ocasión en que intentaban matar a Matarrita, quien según las autoridades había sido víctima de dos ataques directos, pero de todos logró salir con vida.
Pero esta vez esas mismas personas quisieron asegurarse de que la tercera fuera la vencida y no solo conocían sus movimientos sino que también lo seguían de manera constante y vigilaban para saber cuándo viajaría solo y no encontrar ningún contratiempo en la tarea asignada.
Por la cantidad de impactos de bala y la forma de matarlo, las autoridades no descartan que el homicidio se relacione con un supuesto ajuste de cuentas.
EL OTRO CASO
Seis horas más tarde el sonido de una nueva balacera alertó a Limoncito. En esta comunidad Kevin Cárdenas, conocido como “Pato”, fue asesinado de 10 balazos a las las 2:30 a.m.
Según la información, el hombre viajaba en su bicicleta por una calle muy angosta cuando fue atacado por otro sujeto, quien lo perseguía.
El hombre recibió al menos 8 impactos de bala en el pecho y dos en el rostro, fue atendido en la vía pública por las autoridades, quienes lo encontraron tirado sobre su bicicleta roja, en la cual se desplazaba.
Se desconoce el porqué del ataque y se podría definir como un asalto, aunque por la cantidad de impactos, al igual que en caso anterior, se traza una línea de investigación por supuesto ajuste de cuentas.
Lo que trascendió es que los pistoleros habrían usado un arma calibre 22 porque en el lugar no había casquillos y los orificios en el cuerpo de “Pato” eran pequeños.
