Según creo

Un miembro de la sociedad Mont Pelerin (Hayeck, Schumpeter, Friedman, Davos) propone cerrar varias instituciones públicas, pero ninguna privada. Entre las que propone están el Infocoop, Japdeva, el Micitt, el MEIC, el IDA, Inder, y ¡el Comex! Con lo que no tengo desacuerdo. Pero como no convengo con algunos de los extremos del señor, propongo un trade-off (un cambalache) ¡con solo que cierren el Comex!. Y que se cierren también algunas instituciones privadas. ¿Por qué privilegiarlas como intocables? Y le doy el nombre de las que se podrían cerrar, como él hace: el Cima y la Católica, que estrujan a la medicina social. Pero se muy bien que no aceptará.

Este señor tiene una proposición que yo mismo he hecho antes para atacar la tramitomanía que nos atrasa: que se les de el sueldo para que se vayan a la casa. Solo que eso tendría que ser hasta que se mueran, porque ¿en dónde más va a conseguir trabajo con la crisis?

Dice que Adam Smith es el padre de la Economía, y es más bien como el tatarabuelo: demasiado viejo. Y compara a un estado con una persona en la necesidad de no gastar más de lo que gana.

La Teoría Monetaria Moderna que expone el profesor Randall Wray dice desde que se abandonó el patrón oro que una persona no es parecida a un estado en el gasto, porque no puede emitir dinero. El estado podría emplear a los de Comex limpiando los ríos. Pero no quisiéramos que usen la plata emitida para irse a retratar con el Papa.

Marx predijo el colapso final del capitalismo; cuando por haber producido más de lo que puede vender tuviera que rebajar el sueldo a los trabajadores y hacerlos trabajar más. No hace eso, ahora que parece cumplirse la profecía. Pero ¿a quién le van a vender sus productos si todos están desempleados? Lo que hacen con su plata ahora es financiar. En otras palabras, crear otra burbuja que tiene que reventar. La profecía dice que el proletariado tomará el poder entonces. Vamos a ver.

Y tampoco fue el socialismo el que desbarajustó las cosas que el capitalismo tenía bien ordenadas: el goteo no se hubiera dado (ni la sociedad de consumo) sin la convención colectiva. Y quien desbarajustó las cosas mandando la producción a la China para burlar al sindicato fue el capital: de ahí la crisis; y el cumplimiento de la profecía marxiana.

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Martes 14 Octubre, 2014

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: José Calvo