Una veintena de mujeres, algunas acompañadas de sus maridos e hijos, marcharon sobre la Avenida Segunda en San José para pedir un alto a las malas praxis médicas que son sometidas algunas embarazadas en los hospitales públicos.
La actividad fue organizada por el diputado Mario Redondo, también se unió a la causa el legislador cristiano Fabricio Alvarado. La marcha arrancó a las 10.30 a.m., salió del Parque Central en el corazón de la capital y terminó frente a las oficinas centrales de la Caja Costarricense de Seguro Social.
Esta manifestación se realizó para sensibilizar a la población y las autoridades de Salud sobre la realidad en torno a la mala praxis médica que someten a algunas mujeres en estado de embarazo.
Muchas veces esto implica perder el bebé por aparente negligencia o que el recién nacido sufra graves consecuencias físicas que en ocasiones implican lesiones de por vida.
Sin dejar de lado los efectos psicológicos y físicos de las víctimas, quienes denunciaron el trato inhumano que desafortunadamente reciben de las enfermeras y doctores encargados de atenderlas durante la labor de parto.
A PONERSE LAS PILAS
Redondo reiteró que el objetivo de la actividad es pedir a las autoridades que definan políticas que prevengan la mala praxis, además solicita que la comisión creada para luchar contra este problema se ponga las pilas y comience a trabajar cuanto antes.
“La queja con los afectados con que hemos hablado es que dicha comisión no soluciona, los cosas duran mucho y cuando se resuelve es a favor del doctor”, explicó.
Para contribuir en la prevención de este problema el legislador trabaja en un proyecto de ley que tendría la finalidad de combatir la impunidad en este tipos de casos.
Alvarado expresó su solidaridad con la causa y se tiró a las calles para acompañar a las víctimas, dijo que “la mala praxis en los hospitales no es solo los errores sino también las denuncias que llegan de gente que tiene que pasar horas en emergencias esperando ser atendida”.
Lamentó en ocasiones este tipo de problemas son consecuencias de la “falta de humanidad” de los médicos y alabó el carácter pacífico de la manifestación y la noble causa que implica.
La marcha llegó a puertas de la Caja, donde una delegación de 9 personas, entre ellas los dos diputados, se reunió con la gerente medica María Eugenia Villalta para que conociera la situación de las víctimas y hacer valer sus derechos como asegurados.
