Nuestro país celebra el mes de Las Santas Escrituras, una época del año muy importante para la comunidad cristiana, pues el 27 de septiembre murió San Jerónimo, el primer traductor de la Biblia al lenguaje latino. En 1569 se publicó la versión de la Biblia más usada en América Latina, la Reina Valera.
De acuerdo con Mayra Ugalde, directora general de Sociedades Bíblicas, el ser humano no lee este libro porque prefiere un Dios lejano, o bien, no lo conoce ni sabe del cambio que puede hacer en su vida. “A veces le tienen miedo a Dios o quieren que deje de existir y la Biblia les recuerda que para vivir mejor se necesita una relación con Él. No se trata de normas, a veces cuando la gente se refiere a la Biblia generalmente dice que las son leyes”, dijo Ugalde a DIARIO EXTRA.
LIBRO ESCRITO POR HUMANO
Si bien es cierto que la Biblia fue escrita por gente común, todo lo que en ella está escrita es inspiración de Dios, ya que, de acuerdo con la directora, los libros tienen un común denominador a pesar de que los autores no tuvieron contacto entre sí.
“Cuando usted la lee se da cuenta que hubo un ser divino que la dirigió. Fue escrita, por 40 personas aproximadamente, y la mayoría no se conocieron, pero siguen el mismo hilo de dirección, ninguno cambia el tema”, comentó Mayra.
La idea general, según Ugalde, es que Dios creó el mundo para ser perfecto, pero el ser humano decidió vivir de forma independiente y se separó de Él, eso le ha traído la desgracia, pero Dios dice: a mí me interesa tener una relación con ustedes, sé que están sumidos en desesperanza, dolor y violencia y yo quiero tener una relación.
¿POR QUÉ LEERLA?
La directora apunta que se debe leer la Biblia porque presenta la historia de un Dios que quiere encontrarse con el ser humano, entablar una relación íntima para brindar esa luz de esperanza que se necesita para salir adelante.
“La razón principal por la cual debo leerla es porque en ella yo me encuentro, yo puedo puedo vivir complaciendo a Dios. Jesús mismo lo dijo y, lo resumió en dos versículos: amando a Dios y amando al prójimo. Si tan solo yo viviera así no habría asesinatos, muertes, violencia ni bullying. Si tan solo nosotros pensáramos: vamos a vivir este mandamiento, las cosas serían diferentes”, comentó.
