El Ministerio de Justicia y Paz a través del área de comunicaciones informó sobre la detención de un agente de la Policía Penitenciaria, identificado con el apellido Cordero, por tener una causa penal en su contra.
Este es el segundo funcionario de un cuerpo policial detenido en menos de una semana por diferentes motivos.
El caso anterior ocurrió el domingo 23 de junio, cuando un oficial de apellido González pretendía ingresar de manera ilegal celulares, cargadores, medicamentos y otros artículos a un centro penal cárcel.
Dicha cartera ordenó ejecutar un trabajo de inteligencia para aprehender al funcionario.
“Se hizo la revisión a un policía penitenciario de apellidos González Orellana que empezaba turno la noche del sábado 22 de junio en la cárcel en Alajuela, quien trató de ingresar de manera irregular 3 teléfonos celulares y 5 cargadores.
Además de 1 vaporizador, 1 cuchilla, 1 cuchara, 428 dosis de pastillas clonazepam, 36 pastillas Juventus, 2 frascos pequeños transparentes color amarillento y aceitoso cuyo contenido se desconoce”, informó Justicia y Paz.
Es importante señalar que la Policía Penitenciaria informó que desde mayo de 2022 hasta la fecha van más de 25 funcionarios penitenciarios, entre agentes y administrativos, pasados a la Fiscalía por hechos similares.
“Damos toda nuestra colaboración a la autoridad judicial para este y todo caso contrario a la ética, la probidad y la integridad en la función pública. No permitiremos que ninguno de nuestros policías violente el ordenamiento jurídico y no claudicaremos en el combate a la corrupción”, detalló ese cuerpo policial.
Justicia y Paz ya inició el procedimiento disciplinario respectivo contra Cordero tras su detención este jueves.
CORRUPCIÓN INSTITUCIONAL
DIARIO EXTRA conversó con Mario Arias, especialista en anticorrupción y crimen organizado, sobre el tema de las detenciones de funcionarios públicos que se han ejecutado en los últimos días en diferentes entes estatales e indicó que el país no cuenta con medidas para prevenir este flagelo.
“La lucha contra la corrupción es un desafío crucial que requiere un enfoque multifacético y bien estructurado. En muchos países, incluido el nuestro, aún no se cuenta con una política nacional anticorrupción.
Tal vez una de las primeras medidas que deberían tomarse es la implementación de oficinas de cumplimiento en todas las instituciones, para monitorear y garantizar la integridad de los procesos y prevenir actos corruptos”, sugirió.
De igual manera, explicó que el riesgo de corrupción se define como la probabilidad de que ocurran actos corruptos dentro de una institución que puedan afectar su eficiencia, transparencia y credibilidad.
“Este riesgo puede manifestarse en diversas formas, como sobornos, desvío de fondos y favoritismo, entre otras.
Para abordar el riesgo de corrupción es fundamental entender el contexto en que operan las instituciones y quiénes son las partes interesadas. Estas incluyen empleados, proveedores, clientes, reguladores y la sociedad en general.
Cada grupo tiene intereses y expectativas diferentes, lo que puede influir en la percepción y el manejo del riesgo de corrupción”, agregó.
El experto detalló que es crucial contar con un catálogo de riesgos de corrupción que clasifique los diferentes tipos de riesgos, según los procesos institucionales.
“Implementar oficinas de cumplimiento, definir claramente el riesgo de corrupción, evaluar su probabilidad e impacto, y establecer controles adecuados son pasos esenciales para construir instituciones más transparentes y confiables”, finalizó.
PERIODISTA: Wilmer Madrigal
CRÉDITOS: Foto: OIJ
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Viernes 28 Junio, 2024
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