¿Qué pasa en el poder judicial?

Editorial

Ocho funcionarios del Poder Judicial fueron detenidos en la última semana y nos preguntarnos qué ocurre a lo interno de dicha institución. No se puede generalizar, pero llama la atención que las mismas autoridades hablen de limpiar la casa, evidenciando de nuevo la penetración de grupos organizados.

El subdirector del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Michael Soto, dice que 99% de los jueces en el país son gente honesta y no lo dudamos.

Sí o sí, hay que apoyar la labor de identificar a quienes andan en la mala senda y denunciarlos. Si actuamos con miedo, ¿en manos de quién estará la justicia?

Esperamos que existan mecanismos para premiar a quienes tienen el valor de dar un paso al frente y evidenciar con pruebas a compañeros que no estén haciendo bien las cosas.

La pérdida de credibilidad en el sistema judicial es de lo peor que puede pasarle a un país. Necesitamos confiar en que las leyes no se aplican al mejor postor.

Para nadie es un secreto que algunas veces en la función pública se dejan tentar por un dinero de más. De ahí la importancia de que personal en puestos de poder tenga un salario competitivo.

Pero existen también los empleados públicos éticos que se ven amenazados o atemorizados por parte de la criminalidad y, aunque suene duro, pueden caer en aquello de “plata o plomo”.

Qué triste que Costa Rica pudiera llegar hasta este punto de donde será muy difícil el retorno. Si perdemos la fe en la justicia, estamos perdidos como sociedad.

Jueces y fiscales deben estar al servicio de la ciudadanía, pero sobre todo apegarse a los principios que rigen su quehacer. Es justo que la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Público se pronuncien sobre lo que estamos viendo.

Bien lo dice Damaris Vargas, presidenta en ejercicio de la Corte Suprema de Justicia: “La administración de la justicia, el resguardo de la democracia y la defensa de los derechos fundamentales requieren una función proba, transparente y respetuosa del ordenamiento jurídico”.

Costa Rica es el noveno país de Latinoamérica donde la población cree en dar sobornos para agilizar un trámite, según una encuesta de Cid Gallup que refleja en parte lo que estamos viendo.

La ciudadanía merece respuestas y no es guardando silencio como lograremos cambiar el rumbo, sino reconociendo que algo pasa y tomando medidas.

Ya veíamos casos como el del buscado Diablo que, según su expediente judicial, tenía penetración desde la Policía de Tránsito, pasando por la Fuerza Pública y la Policía de Control de Drogas.

Hay un problema y no se puede ocultar. Si bien hay un principio de inocencia, toda persona investigada debería ser separada del cargo mientras se realiza el proceso, más cuando se trata de temas tan delicados.

Cabe reiterar el apoyo a la gestión del OIJ, no por casualidad hay tantas corrientes que buscan debilitar su labor.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Sábado 22 Junio, 2024

HORA: 12:00 AM