El productor Oscar Sánchez y la periodista Marcela Angulo fueron objeto de una fiesta de despedida con motivo de su retiro de la cadena televisiva Repretel. Oscar Sánchez, periodista y quien en los últimos años se ha desempeñado en la jefatura de Producción, estrenará cargo como Productor Ejecutivo de la Concacaf.
Marcela Angulo, se pensionará y de inmediato emprenderá proyectos personales. De Oscar tengo el mejor concepto desde que éramos colegas en el periodismo de espectáculos, es una gran persona, muy trabajador y con grandes deseos de superarse; también es buen esposo y excelente padre. En cuanto a Marcela Angulo, tengo muchas cosas que decir, pues se trata (junto con Armando Vargas y Eduardo Ulibarri) de una de mis maestras en este oficio tan hermoso del Periodismo. Puntarenense como yo, a Marcela la conocí en 1976 cuando entré a trabajar en La Palabra de Costa Rica, de Radio Monumental; para entonces Marcela ya laboraba en La Nación. Ni qué decirles de cuánto influyó en mí y en mi carrera. Luego, cuando llegué a La Nación, estuve bajo sus órdenes en La Nación Internacional, en Rumbo Centroamericano, en Rumbo y finalmente en La Nación, cuando era subdirectora. De ella aprendí a sentirme orgulloso de ser periodista, a esforzarme y a trabajar con honestidad para ser cada día un mejor reportero y un mejor ciudadano. Después nos hicimos amigos y hasta sirvió de madrina (junto a Johnny Mermelstein) cuando la periodista Lilliana Mora y yo nos casamos el 2 de julio de 1989 en el fenecido bar Chavetas, del Centro Comercial El Pueblo. Qué buenos recuerdos, qué gran provecho le saqué a la relación profesional que entablamos con ella.
Hoy mi madrina sigue formando parte de nuestra vida sencilla, pero divertida. Nos vemos menos que antes, pero ella sabe cuánto la queremos y también reconozco (y agradezco) el gran amor que ella les tiene a mis dos hijas María José y María Fernanda. Para Marcela mis felicitaciones y mi sincero deseo de que aproveche esta nueva etapa de su fructífera vida, repleta de logros profesionales, de premios y reconocimientos, del amor de sus dos hijos y el respeto de quienes tuvimos la suerte de trabajar y crecer a su lado.
