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Opinión

Temor de Dios

Opinión

Todos, y en especial en momentos de peligros inminentes, tenemos miedo a que nos hieran y hasta nos maten. A propósito, y no obstante, Jesús afirma: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Temed más bien al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna” (Mateo 10,28). El modo que Jesús tiene para superar en sus oyentes el miedo natural a ser heridos o muertos, es llevarlos a la consideración de la invulnerabilidad del alma. 

Ahora bien, aquí alma es más que la parte psíquica, es el espacio interior del ser humano, “el núcleo divino en nosotros”, que indica Anselm Grün, que añade que “allí donde Dios habita en nosotros, donde somos completamente nosotros, donde está nuestra chispa divina, nadie puede herirnos”. Esta consideración nos libera de la angustia frente a quienes intentan herirnos y hasta matarnos. Lo pueden hacer, pero el núcleo más interior del ser humano es inviolable. Allí nada ni nadie puede llegar, ni siquiera una mirada, un gesto, o una palabra. Nada ni nadie. Dios mismo, que lo habita, nos defiende. ¿Y quién contra Dios?

Ahora bien, esto con toda la presencia viva de Dios no es algo absoluto y definitivo, que lo es solo Él. El saber que el alma es invulnerable no elimina la angustia en el ser humano. Su reacción ante la amenaza de heridas o de muerte sigue siendo angustiante. Eso sí, la angustia es relativizada al entender que no nos han herido en lo hondo de nuestro ser sino en lo corporal de ese ser. 

En el texto del Evangelio más arriba citado se nos invita al temor de Dios, un temor filial y confiado. Y ese temor nos libera del temor y la angustia que genera al amenazarnos de cualquier modo a los seres humanos.

Al hablar de “temor de Dios”, nos referimos a un miedo saludable, don del Espíritu Santo, que significa tomarlo en serio a Él, a Dios, y a sus designios. Mala señal cuando al hablar del temor a Dios, la gente se llena de angustia, particularmente por la amenaza del infierno. Eso no es ninguna “buena noticia”, no es Evangelio. El temor sería, en referencia a uno mismo, el miedo a fracasar en el desarrollo de la existencia por no tomarla en serio.

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Sábado 04 Mayo, 2024

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Juan Luis Mendoza

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