Un estudio realizado por la Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, reveló que la mayoría de los médicos tiene conceptos erróneos sobre los cigarrillos electrónicos, pues consideran que todos los productos de tabaco y nicotina son dañinos por igual, desconociendo que el tabaco quemado, como los cigarrillos, resulta mucho más nocivo.
El estudio, publicado por JAMA (el boletín de la Asociación Médica Americana, por sus siglas en inglés), una de las publicaciones médicas más prestigiosas del mundo, preguntó a 2.058 médicos de ese país sobre su comunicación con los pacientes acerca de los cigarrillos electrónicos, en 2018 y 2019.
“Es importante comprender las perspectivas de los médicos sobre los cigarrillos electrónicos como un medio para la reducción de daños”, dijo el autor del estudio, Michael Steinberg, director médico del Programa de Dependencia del Tabaco de Rutgers en el Centro de Estudios del Tabaco y jefe de división en el Departamento de Medicina de la Escuela de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson.
De acuerdo con los resultados, los médicos eran más propensos a recomendar cigarrillos electrónicos para quienes no habían logrado dejar de fumar mientras que indicaban chicles o pastillas de nicotina, aprobados por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos), para fumadores ocasionales.
Cerca del 70 por ciento de los médicos señaló que los pacientes les habían preguntado sobre los cigarrillos electrónicos, pero más del 60 por ciento de ellos creía incorrectamente que todos los productos de tabaco y nicotina son dañinos por igual.
“A medida que crece la evidencia que muestra que los cigarrillos electrónicos son potencialmente efectivos para dejar de fumar, pueden desempeñar un papel fundamental en la reducción del uso de cigarrillos y, posteriormente, de las enfermedades causadas por el tabaco”, agregó Steinberg.
“Estos hallazgos muestran que es fundamental abordar las percepciones erróneas de los médicos y educarlos sobre la eficacia de los cigarrillos electrónicos, en particular corrigiendo sus percepciones erróneas de que todos los productos de tabaco son igualmente dañinos, a diferencia del hecho de que el tabaco quemado es, con mucho, el más peligroso”, externó la autora principal Cristine Delnevo, directora del Centro de Estudios del Tabaco de Rutgers y profesora de Comportamiento, Sociedad y Políticas de Salud en la Escuela de Salud Pública de Rutgers.
El estudio también encontró que los neumólogos, cardiólogos y médicos que usaron las Pautas de práctica clínica del Servicio de Salud Pública de EE. UU. para tratar el uso y la dependencia del tabaco tenían más probabilidades de recomendar cigarrillos electrónicos a los pacientes, al igual que aquellos que respaldaron una perspectiva de reducción de daños y ellos mismos habían fumado.
A propósito de los resultados de este estudio, Jeffrey Zamora, presidente de la Asociación de Vapeadores (Asovape), manifestó que es importante que tanto médicos como consumidores tengan acceso a la información científica que respalda la reducción de daños con el uso de alternativas como cigarrillos electrónicos o productos de tabaco calentado, pues existe un altísimo grado de desinformación y utilización política del tema en Costa Rica.
Para Asovape, basados en los más recientes estudios científicos y las políticas públicas en salud de países como Nueva Zelanda o Reino Unido, los productos sin humo como cigarrillos electrónicos o los productos de tabaco calentado representan una alternativa que reduce significativamente el daño, por lo que es importante que se considere una regulación diferenciada para estos, que permita a los consumidores tener acceso a información precisa y veraz sobre sus características y beneficios en comparación con los cigarrillos de combustión.
La regulación debería buscar un justo equilibrio entre tres derechos fundamentales que están inmersos: la salud, la libertad de empresa y el derecho que tiene el Consumidor de optar por productos de riesgo reducido frente al consumo tradicional de tabaco.
“Estas alternativas constituyen un instrumento y potencial respuesta en el proceso hacia la cesación tabáquica, ayudando a menguar la mortalidad y las enfermedades relacionadas al tabaquismo, actualmente utilizados y comprobando su efectividad en políticas de salud pública en múltiples países como: Reino Unido, Francia, y Nueva Zelanda, naciones que actualmente, según la medición de 2021, se mantienen en tres de los cuatro países con menos interferencia de la industria tabacalera a nivel mundial”, señaló Zamora.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Redacción Diario Extra
EMAIL: [email protected]
Lunes 23 Mayo, 2022
HORA: 06:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA