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Espectáculos

Tica en Suiza es campeona mundial de planchar camisas

Eufemia González conversó con DIARIO EXTRA

  • Eufemia González Murillo es famosa por planchar 555 camisas en 57 horas y 38 minutos.

  • Sale en la portada de los periódicos más importantes de Suiza.

  • En la tapa de las mejores revistas suizas.

  • Además es atleta, corre 100 km en el ultramaratón a sus 64 años.

Eufemia González Murillo es una costarricense que tiene más de 40 años viviendo en Zúrich, Suiza, y es superfamosa por haber ganado el campeonato mundial de planchar camisas en 2009, récord que a la fecha nadie ha roto: planchó 555 en 57 horas y 38 minutos.
Dicho galardón la puso en el primer plano de los medios de comunicación y la sociedad en ese país europeo, que es el segundo más caro del mundo detrás de Rusia.
Eufemia Stadler (nombre de casada) emigró desde su natal Cañas, Guanacaste, siendo muy joven y una estudiante de Medicina para convertirse no solo en la reina mundial del planchado, sino que en una empresaria reconocida.
A sus 64 años es dueña de Flexipers, donde da trabajo a profesionales en cuidados de adultos mayores y tras la pandemia de Covid-19 sus servicios se han disparado en los hospitales locales que necesitan personal especializado.
También creó Utliblick, que es una residencia donde alberga jóvenes y adultos mayores.
En total emplea a 100 personas en ese país y su biografía incluso fue publicada por la Urs Rauber, revista perteneciente al NZZ, quizás el periódico más importante de Suiza.
La vida de Eufemia no acaba ahí, ella se convirtió en una atleta pues acostumbra hacer maratones (42 km) y ultramaratones (100 km). Todos los días se levanta a las 3 a.m. y corre de 10 a 30 km.
Finalmente, uno de sus dos hijos vive en Cañas y construyó uno de los mejores restaurantes de la zona: Haus Ixchel, que significa Casa de la Diosa de la Luna.
A continuación, la entrevista que nos regaló esta orgullosa tica.

¿Cómo está? ¿Cómo ha pasado este tiempo de pandemia?
-En Suiza aquí estamos muy protegidos por el Estado, es un país económicamente muy fuerte y con todo lo que ha pasado el Estado ha tomado mucha responsabilidad, por ejemplo la gente que tenía su negocio pequeño le dicen que cierre y le pagan el 80% de lo que ganaba. Además si la gente ocupa plata para salir adelante lo mandan al banco y si no tiene con qué responder, el gobierno responde. El banco está obligado a dar dinero de acuerdo al monto que usted paga de impuestos a cero intereses. Acá todo el mundo está garroteado sin importar el país, el virus ha causado desastres. Han puesto millones de millones para que el sistema no colapse. También tenemos otra institución (citó El Raf) donde la gente desempleada va y le dan el 80% por dos años.
¿Cómo le fue en el encierro?
-Tengo una residencia (Utliblick) que es una casa de ancianos, tuve que tomar medidas drásticas pues no se trataba de mí sino de todos los ancianos que están a mi cargo. Soy dueña de una casa con 9 departamentos, es un pequeño edificio de cuatro pisos. Tengo servicio de enfermería. También mezclo gente joven con gente mayor, son jóvenes con problemas de salud y problemas psicológico. Como la casa es grande, tenemos una mezcla.
¿Hace cuánto está en Suiza?
-Hace 40 años y tengo dos hijos, una niña, bueno yo le digo niña, tiene 35 años. También un hijo que está en Costa Rica, tiene un restaurante en Cañas, Guanacaste. Mi hijo se llama Alain y su negocio es el Haus Ixchel, que significa Casa de la Diosa de la Luna.
Usted es campeona mundial de planchar camisas. ¿Cómo es eso?
-Sí, gané dos veces, por cierto. La primera vez fue en 1999 y la última en 2009. La primera vez fue en Zúrich y me gané un viaje para conocer todo el mundo, pero no lo usé, pues soy una mujer de negocios. Lo que hice fue invitar a mucha gente de Costa Rica a venir a Suiza y disfruté sus visitas. Pude haber tomado el viaje por todo el mundo, el premio incluía todos los aviones que yo quisiera. Recuerdo que la final fue junto a una señora de acá de Suiza y un señor de Italia.
¿Por qué decidió volver a participar?
-Una firma que se llama Wenko en Alemania me ofreció dinero para hacer ese récord. Le voy a contar: la única persona en este mundo que ha planchado más camisas manga larga soy yo. Yo solo planché camisas manga larga, llegó un señor de la India que planchaba paños y jeans. Sí hizo más horas que yo y dieron quebrado mi récord, pero la verdad es que para haber roto mi récord debió planchar camisas igual que yo. Los dos récords son por camisas.
¿Cuántas camisas manga larga en una hora?
-22 bien planchadas en una hora. Para romper el récord fueron 555 camisas en 57 horas y 38 minutos.
¿Podía ir al baño? ¿Comer? Más de dos días sin parar…
-Le cuento todo, como dicen los italianos “Piano, piano si va lontano”. A mí no me dejaron planchar más rápido pues no había más camisas. Me frenaron, pude haber planchado más horas. Existe un video de mí que duró 57 horas y 38 minutos. Eso fue en Hamburgo, Alemania. Después de eso llegó otra persona hizo otro récord, pero nadie me ha ganado planchando camisas manga larga.
¿Tras ese éxito se hizo famosa?
-Sí, he salido en todas las revistas que existen en Suiza como en todos los periódicos. He estado muchas veces en la televisión. Me catalogaron como una persona muy inteligente, pues nadie en Suiza esperaba que una señora como yo ganara, esperaban una señora que trabajara en una casa de empleada, con delantal, que sabe de cocina, de limpieza y cocinar. Se dieron cuenta de que yo fui a la universidad y hablo varios idiomas.
¿En Costa Rica usted planchó alguna vez?
-Nunca, yo estudié. Era una tremenda vaga porque me la pasaba leyendo mis libros. Estudiaba Medicina, pero no terminé porque me casé y me vine para acá, con los años me especialicé con cursos.
¿Cómo fue que aceptó planchar?
-Soy emprendedora, no soy de tener un jefe que me esté dando órdenes. Yo trabajé como enfermera y me di cuenta que quería un negocio. Me puse una lavandería acá en Suiza. Era una lavandería con taller de costura. Tenía varias personas trabajando y me iba muy bien con eso. Teníamos clientes, pero no dábamos abasto y contratábamos servicios con otras lavanderías, pero no cumplían con la planchada, no eran exactos. Una solución me la dio una empleada que me dijo “hagamos todo, nosotras compremos otra lavadora, pero quién va a planchar”. Me llevé un susto porque no sabía y me enseñaron a planchar, fue un desafío. Una de mis empleadas le dijo a la otra “no ves que ella plancha mejor que nosotras”. Fue como juego al inicio, pero con clientes exclusivos de médicos y hospitales. Ellos empezaron a ver la calidad. Para planchar me inventé mi propio sistema, aclaro que el récord es con plancha normal.
¿Cómo llegó al primer campeonato?
-Una de mis empleadas que nos teníamos mucha confianza me dice “vas a ganar, te apunté”. Ellas sabían que soy disciplinada porque aparte corro, soy atleta. Corro hasta 100 km y tengo el cuerpo entrenado.
¿Usted es atleta?
-Es lo más importante en mi vida, en tiempos de coronavirus me levanto todos los días a las 3 a.m. a entrenar. Por día corro de 10 a 30 km.
¿Cuántos años tiene?
-Ahora en julio 64 años.
¿Y cómo hace?
-Disciplina, antes corría hasta 100 km.
Es indestructible.
-Soy disciplinada, no tengo problema de levantarme a las 3 a.m. para correr. Hago ultramaratón, que son 100 km en 12 horas
¡Una máquina!
-Sí, pero positiva. Corro con la armada incluso. Acá en Suiza he dado el discurso el 1 de agosto que es muy importante, lo he dado dos veces. Eso no lo hace cualquiera.
¿Cuántos idiomas habla?
-Francés, alemán, italiano, español, varios dialectos suizos y portugués. También hablo inglés.
La prensa la llama, la consulta, aparece en los periódicos. Es un personaje.
-Así es, soy un personaje en Suiza. Me gusta mucho la tranquilidad, pero en el pico máximo de la fama me acuerdo que empecé a ver que estaba perdiendo esa tranquilidad porque a todo lado que iba la gente me conocía. Desde un restaurante hasta en un tren. No tenía ninguna privacidad. En 2013 gané un premio a nivel Suiza por mi hogar de ancianos. Es ejemplar la manera cómo se trabaja. Tengo dos empresas donde doy trabajo, primero está el hogar (Utliblick) y tengo la Flexipers, que manda el personal a los hospitales. Ellos me llaman por la excelencia de nuestro trabajo y en media hora tiene una persona capacitada para trabajar. Ahora con los casos de coronavirus mandábamos a nuestra gente capacitada. Siempre encontramos a la gente.
¿El Covid-19 le ayudó a crecer?
-En marzo el trabajo aumentó mucho y en mayo cerraron los hospitales, pues no entraba más que coronavirus. A mí no me ha afectado, más bien nos entró más trabajo. En el hogar de ancianos afectó porque hubo que cerrar puertas y yo misma estar al frente de todo para evitar el contagio.
¿Extraña Costa Rica?
-Estoy orgullosa de cómo se ha trabajado en Costa Rica para parar los contagios. Orgullosa de los ciudadanos costarricenses que han ayudado para parar esto, contrariamente a otros países como Ecuador o México con un desastre en Latinoamérica. Llevo a Costa Rica en el corazón. Mi hijo vive en Costa Rica y me dice que no quiere volver a Suiza, cuando él creció acá. Mi corazón está en Costa Rica.
¿Qué mensaje les da a los lectores?
-Que se apoyen unos a los otros y traten de ser unidos. En este momento ocupamos resolver los problemas siendo positivos.

PERIODISTA: Ariel Chaves González

EMAIL: [email protected]

Miércoles 13 Mayo, 2020

HORA: 12:00 AM

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