Soy una mujer casada de 42 años. Mi esposo tiene una ruta de distribución de productos por toda la zona norte del país. Visita comercios y se expone a muchas personas. Las rutas duran quince días y regresa a la casa cada dos semanas, está tres días y vuelve a “rutear” otra vez. He leído en sus columnas que no es recomendable la vida sexual entre parejas que no viven juntas, pero en mi caso no sé qué hacer.
La pandemia coloca a toda la población en una situación de riesgo de adquirir la infección al participar en la vida cotidiana. Desde luego, la vida tiene que seguir, todos tenemos que seguir trabajando, y como tal eso nos expones en mayor o menor medida a ser contagiados. La recomendación de evitar la vida sexual entre parejas que no viven juntas pretende disminuir la posibilidad de adquirir la infección, no porque el virus se transmita con el acto sexual sino porque el acercamiento corporal facilita el contagio.
En las parejas que, aunque viven juntas, uno o ambos pasa varios días fuera del hogar por razones laborales, las recomendaciones van orientadas a extremar las medidas preventivas, como lo son, el lavado de manos, mantener una sana distancia de al menos metro y medio, y evitar los saludos con contacto corporal. Como medidas coadyuvantes, se recomienda que, al llegar a la casa, se realice un riguroso lavado de manos y si es posible una ducha con abundante agua y jabón, así como lavar inmediatamente la ropa, tanto del día como la utilizada a lo largo de las semanas.
De esta manera, se disminuye de manera considerable el riesgo de contagio y se puede compartir la vida en pareja y la vida familiar con más tranquilidad.
LEÍ QUE EN LA CUARENTENA SE PIENSA MÁS EN LOS EX Y A MÍ ME PASA
Soy un hombre soltero de 36 años. Tuve un vínculo muy intenso por casi cuatro años, vivimos juntos todo ese tiempo, hace 10 meses ella terminó con la relación. A mí me costó superarlo, pero llegué a estar bien. Ahora con la cuarentena, comencé a revivir la necesidad de estar con ella y me siento triste. No la he llamado porque ella ya tiene pareja. He leído que esto le está pasando a muchas personas en el mundo y no sé cómo superarlo.
El confinamiento al que nos expone la cuarentena nos cambia de manera súbita el modo de vida, y la forma misma en que habíamos resuelto diversas situaciones emocionales. Particularmente cuando se rompe un vínculo emocional importante, creamos una serie de actividades que nos ayudan a superar la separación, sea que se frecuente más a los amigos, a la familia, que se dedique tiempo a cursos, deportes, o recreación, en fin, un conjunto de actividades en que ocupar aquel tiempo que se le dedicaba a la pareja. Desde luego con la cuarentena muchas de esas actividades no son posibles y de manera concomitante el individuo se expone a la soledad, al miedo, y a la necesidad afectiva, creando sensaciones existencialistas que lo retrotraen a tiempos mejores, como por ejemplo una relación que se recuerda grata.
Esta añoranza por una relación pasada se ha reportado en diversas partes del mundo, y se considera como parte normal de la cuarentena y para poder superarla es aconsejable retomar diversas actividades diarias a través de internet, como hablar con amigos y familiares, optar por cursos en línea, practicar rutinas deportivas, es decir, tratar de volver a la vida normal para evitar horas vacías, aburridas y tediosas que nos expone a remembranzas contraproducentes. Si a pesar de estas medidas, el malestar persiste es recomendable buscar ayuda profesional.
