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Cada vez que entro en el “Face” me deprimo, ya que todos mis amigos (por lo que ahí veo) son felices y les va muy bien con sus parejas y con sus hijos, también en sus trabajos, economía y en su vida espiritual, los veo de paseo siempre sonriendo y felices, mientras yo en mi vida personal tengo mis altos y bajos, pero no puedo evitar el estar comparándome y me pregunto qué estoy haciendo mal.
Respuesta
Iniciemos con una pregunta. ¿Piensas que todo lo que se coloca en una red social es toda la verdad de la persona que publica o postea algo?
Debemos estar conscientes de que todo lo que vemos en una red social ya sea de nuestros amigos o familiares es solo una parte de sus vidas, que algunas de las publicaciones que parecen declarar que siempre están felices, no significa que ese "siempre" sea así, por lo tanto no es real, estamos claros que ahí falta la parte fea y oscura de cada quien, (es lógico que no aparezca esa sección de “no feliz”), estamos claros que esas personas con sonrisas perfectas, también lloran y se pelean con sus parejas, hijos, padres, amigos y familiares, estamos claros que no todos los versículos bíblicos y frases bonitas e impresionantes que postean significa que ellos lo están practicando o viviendo en sus propias vidas, estamos claros que no son tan perfectos como se venden a los demás (sea con intención o no), estamos claros que existe gente con un hambre atroz de tener muchos “me gusta” a sus fotos o a cualquier cosa que postean, y que necesitan urgentemente validación y aceptación por este medio.
Menciono todo esto, ya que en nuestra sociedad está ocurriendo el efecto depresión por redes sociales, que sucede cuando alguien que navega por equis red, le absorben las fotos, las frases, los viajes, las comilonas familiares, navidades llenas de gozo, de todos sus amigos y parientes, lo negativo es que la persona que está visitando el perfil interpreta esto como “esta persona es feliz y tiene una vida perfecta’, e inicia a comparar todo lo visto con su vida no perfecta, entonces -como es de esperarse- salen perdiendo, pues nunca ganará la fantasía contra la realidad cotidiana en la vida de cualquier mortal, una vez hecha la comparación, inicia el proceso de autolástima y culpabilidad que finaliza con una depresión y decepción de sí mismo.
Si está sufriendo de esto, primero no base su vida en los demás, usted vale mucho, y segundo no se compare, ya que las comparaciones siempre son odiosas, más las que provienen de uno mismo, no te define la vida de los otros, te definen tus luchas y tus victorias.
Iniciemos con una pregunta. ¿Piensas que todo lo que se coloca en una red social es toda la verdad de la persona que publica o postea algo?
Debemos estar conscientes de que todo lo que vemos en una red social ya sea de nuestros amigos o familiares es solo una parte de sus vidas, que algunas de las publicaciones que parecen declarar que siempre están felices, no significa que ese "siempre" sea así, por lo tanto no es real, estamos claros que ahí falta la parte fea y oscura de cada quien, (es lógico que no aparezca esa sección de “no feliz”), estamos claros que esas personas con sonrisas perfectas, también lloran y se pelean con sus parejas, hijos, padres, amigos y familiares, estamos claros que no todos los versículos bíblicos y frases bonitas e impresionantes que postean significa que ellos lo están practicando o viviendo en sus propias vidas, estamos claros que no son tan perfectos como se venden a los demás (sea con intención o no), estamos claros que existe gente con un hambre atroz de tener muchos “me gusta” a sus fotos o a cualquier cosa que postean, y que necesitan urgentemente validación y aceptación por este medio.
Menciono todo esto, ya que en nuestra sociedad está ocurriendo el efecto depresión por redes sociales, que sucede cuando alguien que navega por equis red, le absorben las fotos, las frases, los viajes, las comilonas familiares, navidades llenas de gozo, de todos sus amigos y parientes, lo negativo es que la persona que está visitando el perfil interpreta esto como “esta persona es feliz y tiene una vida perfecta’, e inicia a comparar todo lo visto con su vida no perfecta, entonces -como es de esperarse- salen perdiendo, pues nunca ganará la fantasía contra la realidad cotidiana en la vida de cualquier mortal, una vez hecha la comparación, inicia el proceso de autolástima y culpabilidad que finaliza con una depresión y decepción de sí mismo.
Si está sufriendo de esto, primero no base su vida en los demás, usted vale mucho, y segundo no se compare, ya que las comparaciones siempre son odiosas, más las que provienen de uno mismo, no te define la vida de los otros, te definen tus luchas y tus victorias.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Mauricio Mora
EMAIL: [email protected]
Lunes 10 Septiembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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