Buenos Aires, (EFE).- El gremio de camioneros de Argentina, uno de los más influyentes en el país, marcha hoy hasta la sede de la Justicia laboral en rechazo a la multa aplicada por el Ministerio de Trabajo por incumplir una conciliación obligatoria dictada durante un conflicto sindical en diciembre del pasado año.
Decenas de personas que integran la Federación Nacional de Choferes de Camiones (Fedcam) se dirigen este martes a la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo en Buenos Aires para reclamar que cancelen el embargo de 300 millones de pesos (9,4 millones de dólares) sobre las cuentas de la organización.
Los manifestantes piden que se les devuelva ese dinero al alegar que se destina a áreas de salud, vivienda y otros ámbitos relativos a los derechos de sus afiliados.
Esa cantidad es parte de la multa de casi 1.000 millones de pesos (31,5 millones de dólares) que le impuso el Ministerio de Trabajo al gremio liderado por Hugo Moyano por haber celebrado asambleas mientras estaba vigente una conciliación obligatoria a finales de 2017.
La movilización de este martes coincide con el inicio de un paro "por tiempo indeterminado" del mismo sindicato en cinco centros de distribución de la empresa Coca Cola en el país por "diferencias salariales" y la falta de aplicación del convenio colectivo.
Todo ello tiene lugar apenas un día después de que la Federación anunciase su renuncia al Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) -la mayor central obrera del país- por considerar que la conducción de esta "no responde al reclamo y la lucha de los trabajadores" y hace "oídos sordos" a la "ola de despidos" que actualmente afecta a Argentina.
Se espera que en las próximas semanas los camioneros intensifiquen las medidas de fuerza en rechazo a las políticas económicas del Gobierno de Mauricio Macri, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la celebración de la cumbre del G20 el próximo noviembre.
