Soy una mujer de 32 años. Tengo 7 años de casada. Para mí el sexo es muy importante. Tener una relación todos los días es para mí una necesidad. El sexo me tranquiliza. Mi esposo siempre fue así de caliente, pero hace un año casi no me busca y si yo lo insto a tener relaciones me evade. Yo sé que no me da vuelta porque trabajamos juntos y pasamos juntos casi todo el día. Quiero ponerle Viagra en la comida.
Todas las parejas tienen su ritmo de encuentros sexuales, el cual usualmente se mantiene a lo largo de los años. Cuando se observan descensos significativos es recomendable que ambos lo hablen abiertamente y si no encuentran la razón o no pueden restablecer la frecuencia habitual se debe consultar cuanto antes.
Hoy sabemos, que medicamentos como Viagra, Juventus y similares, aunque son muy efectivos y pueden devolver la firmeza de las erecciones, no aumentan el deseo sexual ni tampoco son útiles para el tratamiento de los problemas de eyaculación precoz. De manera que no es el fármaco indicado cuando la pareja rehúye la intimidad. Por otra parte, aunque cuando estos fármacos son muy nobles es claro que debemos evitar la automedicación y más aún, administrárselo a escondidas a la pareja.
Lo que procede es que ambos acudan a la consulta para que sean valorados integralmente tanto desde el punto de vista hormonal, vascular, metabólico y vivencialmente con el fin de encontrar la causa y de esta manera instaurar el tratamiento respectivo.
Siempre nos gusta recordar que los problemas con el deseo sexual hoy son relativamente fáciles de revertir y no hay razón para que las parejas se resignen a vivir una vida sexualmente opaca.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández
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Martes 15 Mayo, 2018
HORA: 12:00 AM
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