Esta trágica historia le sucedió a un privado de libertad de apellidos Marín Chévez, conocido como “Pastor” y de 38 años, recluido en el sector de Indiciados, pabellón F3, puesto 5, del Centro Penitenciario La Reforma, donde por compartir la palabra de Dios fue agredido brutalmente por un reo apellidado Vílchez Alemán, quien cuenta con un perfil psiquiátrico que lo hace creerse Jesucristo.
La pesadilla para el evangelizador inició hace 6 meses, cuando fue detenido y acusado por tráfico de drogas, delito que no rechaza pero asegura que es víctima de un montaje.
El ofendido se mantenía en la cárcel de San Sebastián hasta hace 2 meses, cuando lo remitieron a La Reforma.
INDICIADOS
A su llegada al sector de Indiciados (primerizos), “Pastor” se dedicó a evangelizar por medio de la palabra de Dios y a partir de allí se hizo famoso por ministrar y orar por los reclusos que lo solicitaban.
Vílchez Alemán se mantenía en el mismo ámbito luego de ser acusado de degollar a su esposa y matar a machetazos a su suegra en junio de 2016, en calle Gallito de San José de la Montaña, Heredia. También dejó malherido al suegro y a un hijo.
“Pastor” trató de llevar paz a esta alma perdida y como lo hacían todos los días, se unieron en el pabellón 6 presos para alabar a Dios, pero 10 minutos después el agresor -creyendo que su compañero de celda era un fariseo del Templo- le cortó el cuello mientras cantaban al Señor.
“Estábamos cantando un coro de alabanza que decía así: ‘Espíritu de Dios defiende sobre mí y dame más poder para poder vencer, yo sé que Cristo viene y espero su venida, yo sé que Cristo viene y espero su venida’. Yo lo abrazo a él cuando estaba alabando a Dios y el compañero me abraza y solo sentí que me pasó algo en el cuello, me quité y me puse la mano en el cuello y sentí caliente y fue cuando vi la sangre donde salía expulsada”, aseguró Marín.
ENDEMONIADO
Los compañeros de celda no daban crédito a lo sucedido y la víctima, todavía consciente, tiene claro el recuerdo del hombre que con una voz que no es de este mundo le indicó por qué lo atacó.
“Cuando caigo al suelo él viene a agredirme de nuevo y cuando él me dijo que me degolló para que no cante más y me dijo que solo él cantaba. Cuando me dijo eso yo supe que no era él, yo sabía que era otra cosa como un demonio, ya que no me lo dijo con voz natural de él. Era una voz ronca, diferente, y fue cuando supe que era otra cosa lo que me estaba atacando y comencé a pedir auxilio”, indicó “Pastor”.
HIJO DE DIOS
En ese momento de la entrevista, Marín Chévez no aguantó más y comenzó a llorar por el recuerdo y el miedo de que algo le pase mientras se encuentra recluido en La Reforma.
Según “Pastor”, su agresor en más de una ocasión le dijo que él era Jesucristo y considera que esto pudo ser el detonante de la violenta agresión.
“Cuando yo vine acá ya sabía y tenía la fe de que Dios puede cambiar las personas y yo le motivaba, incluso él me decía a mí que él era Jesucristo y yo por no menospreciarlo lo bendecía. Él se consideraba Jesús y mis compañeros me dicen que seguro él sentía una rivalidad de pastorado conmigo o que quería ser el líder religioso del ámbito”, manifestó.
CONTENCIÓN
“Pastor” afirma que la atención que recibió por parte de la administración del centro y los policías penitenciarios fue rápida, lo cual le permitió salvarse. Le dieron la salida del hospital de Alajuela horas después de ser atendido.
Señala que el victimario nunca debió estar en el ámbito de Indiciados, ya que no solo contaba con el antecedente de la matanza de su familia, sino también una agresión en la cárcel de San Sebastián, donde ya degolló a otro pastor evangélico.
“Es una persona inestable y no puede estar mezclada en la población de indiciados (primerizos) ya que son bombas de tiempo y el sistema tiene que identificarlos para poder abordarlos y ayudarlos, porque son un riesgo para los que conviven con ellos.
Si la manera es medicarlos para que convivan deben de hacerlo, porque son un peligro para la integridad de los reos y el personal penitenciario también”, añadió Marín.
Vílchez Alemán fue separado del ámbito y lo recluyeron en Máxima Seguridad tras el ataque.
Según datos de la Caja de Seguro Social, padece un trastorno mental con bipolaridad, que lo convierte en una persona muy peligrosa.
Este tipo de problemas psiquiátricos en la población penitenciaria del país se atiende en el Centro de Atención para Personas con Enfermedades Mentales en Conflictos con la Ley, donde en la actualidad hay 114 recluidos, de los cuales 6 son mujeres.
PERIODISTA: Gustavo Retana
CRÉDITOS: Fotos: Jesús Ramírez
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Viernes 15 Septiembre, 2017
HORA: 12:00 AM
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