Tecnología, educación y docentes
Editorial
Los estudiantes ya no son los mismos, desde los más pequeños hasta los que van rumbo a la universidad se distinguen por ser personas con estructuras de pensamiento más evolucionadas, son tecnológicos, dinámicos, analíticos y proactivos en su mayoría.
Enfrentan el reto de la educación de una forma distinta a la tradicional, están acostumbrados a manejar mucha información, a desplazarse con un solo clic al futuro como antes solo se podía ver en las producciones cinematográficas. Cambiaron los libros de papel por las computadoras y las tabletas, pero mantienen ese deseo por explorar cosas nuevas.
En cambio, las escuelas, la mayoría de los docentes y la malla curricular siguen siendo casi las mismas, con algunas excepciones. El paso de los años ha sido demasiado acelerado, pero no así las reformas educativas al sistema nacional, lo que nos deja un poco rezagados como lo han hecho ver los informes internacionales.
La tecnología es una herramienta importantísima, no es un enemigo, no le resta atención a lo importante, por el contrario, complementa, crea, informa y permite descubrir.
Si no que lo diga el profesor Christian Berrocal, de Upala, pues con grandes limitaciones ha impartido clases desde hace doce años en ese cantón, en reconocimiento a su labor ganó un premio gracias a una propuesta que busca que los estudiantes pierdan el miedo a las matemáticas, usando una app.
Y es que Berrocal, quien habló con DIARIO EXTRA, tuvo esa genial idea, tras años de impartir lecciones y lidiar con ese terror infundado que los estudiantes les tienen a los números y que en ocasiones se convierte en una gran barrera que les impide avanzar.
El profe de Upala puso todo su empeño en crear esta opción tecnológica que lleva por nombre Play Math, pues está convencido de la necesidad urgente de derribar la muralla de la matemática y hacer que los alumnos aprendan al mismo tiempo que se divierten usando el celular.
Lo mismo pasó con Daniel Reyes e Ismael Baum, ambos ganadores de un premio por desarrollar otra aplicación, esta se llama Fermapp y surge igualmente con el objetivo de acercar los números a los jóvenes de una forma moderna, sirviéndose de aparatos electrónicos.
En ambas aplicaciones hay ejercicios, repasos, interacción, videos de lecciones y hasta pruebas cortas, todo ello accesible a los estudiantes con un solo clic, en poco tiempo y muy llamativos.
La creación de estos profesionales jóvenes es de admirar, pero también de replicar, pues, por ahora, son pocos los docentes que, como en el caso de Berrocal, buscan formas de enseñar frescas que rompan los esquemas tradicionales de la educación para demostrar que la tecnología es un aliado de dimensiones incuestionables.
Así como lo hicieron ellos, el Ministerio de Educación Pública (MEP) debería explorar nuevas maneras de educar, deben hacerse y urgen modificaciones a las prácticas tradicionales dentro del salón de clase, que van más allá del pizarrón y la tiza.
La tecnología da una oferta impensable de material para enseñar, al alcance de todos y sin costo.
Los estudiantes de hoy no son los del resumen, ni tampoco de los cuadernos impregnados de letras y números sin sentido, ellos prefieren la interacción, la conversación, el análisis, los ejercicios reales.
¿Si ya conocemos la virtud de las nuevas generaciones cómo es que seguimos ceñidos en las prácticas antiguas, encajonadas?
Aprender es divertido y la muestra más grande es la educación de la época preescolar, donde la mayoría de los conocimientos se adquieren por la exploración, la observación y experimentación.
El MEP podría analizar la posibilidad de buscar más talentos tecnológicos dentro de su planilla y proponerles la generación de proyectos educativos que le permitan al sistema modernizarse. Tienen en sus salones de clases grandes talentos, pero desaprovechados.
Costa Rica, si bien es cierto goza de una buena imagen en el tema de la educación, no debe dormirse en los laureles, pues las exigencias de la globalización no se detienen por nada y nos muestran que faltan esfuerzos e ideas innovadoras para educar y preparar a las generaciones de ahora y del futuro.
