La diputada liberacionista Karla Prendas, quien presidirá la Comisión de Asuntos Sociales -donde se discutirán eventuales reformas al proyecto de Ley de Fecundación In Vitro (FIV)-, asegura estar rotundamente a favor de la aplicación de la técnica, pero no ve viabilidad para que se abra un portillo con el fin de que beneficie a personas homosexuales o mujeres solteras, como sí lo establece el actual decreto que regula la FIV.
“La discusión se centraría en parejas hombre y mujer que no tienen la posibilidad”, argumentó la legisladora.
El proyecto ya fue dictaminado, pero podrá sufrir cambios amparado en el artículo 137 de la Asamblea, es decir cuando arranque su discusión para el primer debate legislativo; durante las dos primeras sesiones los diputados podrán reiterar mociones o cambios que pretendan y estos serán discutidos en la comisión.
“Es complejo, vamos a tener que abrir espacios de discusión importante hacia fuera, a instancias, a sectores y a grupos. Hay que hablarlo con la gente que sí está de acuerdo y con la que no. Hay diputados que han estado opuestos a los temas que están ahí y no están en Sociales. Ellos están fuera, pero el reglamento no le imposibilita a ningún diputado participar, meter una moción o hablar” enfatizó Prendas.
La FIV está legalizada en el país desde marzo de 2016 tras la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en la que ordenó poner en vigencia el decreto que emitió el presidente Luis Guillermo Solís en setiembre del 2015.
El legislador Mario Redondo, representante del bloque cristiano, asegura que, aunque se mantienen en contra del procedimiento, dentro del panorama lo más favorable es que se apruebe la ley.
“Creemos que el proyecto de ley tal y como está es mejor que el decreto que hoy existe. El decreto da mucha liberalidad para el manejo de embriones y eso de una u otra forma termina en el sacrificio de embriones y de vidas humanas, eso es lo que nos preocupa muchísimo. Nosotros abogamos por que podamos incluir algunos criterios que no sean tan laxos como los que tiene el decreto”, enfatizó.
El decreto establece que podrán acceder al procedimiento parejas mayores de edad y mujeres solteras, a quienes se les compruebe su condición de infertilidad. Existirá un registro nacional de personas donantes en manos del Ministerio de Salud.
Se autoriza la transferencia de un máximo de dos óvulos fecundados, los que no se implanten serán preservados para un próximo intento o serán donados.
Se prohíbe desecharlos, comercializarlos o aplicar la selección y experimentación genética.
