La rendición de cuentas del segundo año de trabajo se convirtió más bien en el escenario para que el presidente Luis Guillermo Solís repitiera su solicitud de aprobar nuevos impuestos.
El mandatario, luciendo la banda presidencial, leyó un informe de 34 páginas frente a los 57 legisladores, acompañado por los vicepresidentes de la República, presidentes de los Supremos Poderes, ministros de la República y la primera dama Mercedes Peñas.
Su discurso se centró en tratar de convencer a los diputados de que si no dan luz verde a esos proyectos fiscales, los efectos negativos para las familias costarricenses serán su responsabilidad. Haciendo la salvedad de que su administración ya cumplió al no aprobar los tributos en los primeros dos años, al realizar mejoras en el gasto público y al presentar los ocho proyectos de ley que conforman la agenda fiscal.
“Llegó la hora de que la Asamblea Legislativa actúe en correspondencia y le otorgue a Costa Rica el bienestar asociado a este conjunto de reformas. Al hacerlo piensen en las familias que necesitan la inversión del Estado para mejorar sus condiciones de vida; en los niños, niñas y adolescentes que merecen la mejor educación posible”, enfatizó el mandatario.
Solís insistió en referirse en esos términos, a pesar de que tan sólo un día antes, durante la elección del 1º de mayo, el bloque de partido de oposición acordó no agilizar ninguna iniciativa de tributos, sino que en su lugar apurar una agenda de proyectos referentes al gasto público.
Por tanto la petición del mandatario, lejos de convencer a los diputados de este bloque, provocó molestias y estos se plantaran en sus posiciones de no aceptar el avance de la Ley del Impuestos sobre la Renta, ni el de Valor Agregado.
El único partido que hace un guiño a la pretensión de Solís, además del oficialista, es el Frente Amplio. Sin embargo, son enfáticos en señalar que están de acuerdo en el tema de impuestos sólo si se aplican a los que más ganan.
ZAPOTE Y CUESTA DE MORAS NO SE ENTIENDEN
Mientras las reacciones del bloque de la alianza empezaron a relucir con fuerza contra Solís -al concluir su discurso-, el mandatario dispuso no atender a los medios de comunicación, en su lugar rindió declaraciones el ministro de la Presidencia, Sergio Alfaro.
Consultado por la prensa, el jerarca intentó bajar el tono al rechazo de los diputados y aseguró que más bien el discurso del presidente del Congreso, Antonio Álvarez Desanti, demostraba que no había un bloqueo completo.
“Acabos de oír del presidente legislativo que no es una negativa, que lo que están proponiendo es que tienen que saldar una agenda de proyectos que tienen que ver con empleo público, pensiones, en fin con proyectos de gastos; que hay anuencia al proyecto de fraude fiscal, yo no veo un cierre absoluto de posibilidades a la agenda fiscal, lo que veo es un abordaje distinto”, sostuvo.
Sin embargo, al respecto Desanti reiteró que no hay alguna posición flexible para el tema los nuevos tributos. “Mi discurso fue muy claro, nosotros vamos a empezar con el tema de los proyectos y hasta tanto esto no avance no entraríamos al tema de los impuestos. No puede haber una interpretación (por parte de Alfaro) diferente, fui muy claro”.
El Ministro de la Presidencia tampoco dio una posición contundente si estarían de acuerdo en que los diputados oficialistas den su aval para un trámite rápido a los proyectos referentes a la reducción del gasto.
“Hay que conversar, es un tema de conversar, no de imposiciones. Todos tenemos objetivos similares, lo importante es ver cómo todos se sienten seguros para llegar a cumplir esos objetivos”, indicó.
MÁS CRÍTICAS
En otros ejes de su informe, el Presidente mencionó algunas acciones en las que considera ha hecho “aportes históricos”, por ejemplo en el fortalecimiento de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), producción y competitividad, los avances que en su criterio hay en infraestructura, de combate a la pobreza, desempleo y reiteró el interés por ser parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Al mismo tiempo condicionó el ingreso a la Alianza del Pacífico a la resolución fiscal.
Lo expuesto fue tildado como un informe carente de propuestas, que omitió ejes importantes, entre ellos el ambiental y de la niñez; además cifras que revelan la situación país como es el crecimiento de la pobreza extrema.
“El dato más importante que omite es el aumento de la pobreza extrema hasta 7,2%, eso es gravísimo, no puede omitirse”, coincidió el diputado Mario Redondo. Solís abandonó el Congreso en medio del reproche de legisladores, que por la orden protocolaria compartieron junto a los otros jerarcas un brindis y bocadillos.
