¿Dónde están los padres de estos niños?
Editorial
Son sumamente crueles las estadísticas de los niños víctima de violación en nuestro país, donde San José y Limón lastimosamente rompen los récords como los lugares en que más casos se presentan, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Ante este oscuro panorama que se vive en Tiquicia nos preguntamos dónde estaban los padres de todos esos pequeños que ya quedaron marcados de por vida; este tipo de situaciones son traumáticas, un niño o adolescente no debe ser expuesto a ellas pues más bien debería estar preocupado por jugar, estudiar y pasarla bien pensando en el mundo ideal.
Otra de las grandes incógnitas que se tienen es qué les pasa por la cabeza a estos seres inescrupulosos para sentir placer de estar con una persona menor de edad, si estos seres lo único que generan es ternura y un sentimiento de protección ya que son indefensos.
Definitivamente quien se atreve a abusar a un niño es un monstruo enfermo, que en definitiva necesita ayuda psicológica, sin embargo muchas veces estas personas creen que quienes están mal son los que no piensan como ellas.
Los abusos van desde tocamientos, insinuaciones, fotografías, videos, hasta que lastimosamente se llega a la violación, el problema de todo esto es que en la mayoría de las ocasiones se presentan con personas cercanas al núcleo familiar o en el peor de los casos entre tíos, primos y lastimosamente hasta los padres son capaces de cometer esas atrocidades.
La idea no es montar una persecución con todos los que nos rodean, pero sí tener cuidado con quién están nuestros hijos y qué hacen con estas personas, pues en muchas ocasiones los agresores se aprovechan de la inocencia de los pequeños para cometer las fechorías.
Lo peor de todo es que luego logran tapar su culpa dándoles dulces, regalos o en el peor de los casos a punta de amenazas diciéndoles que les va a pasar algo a sus familiares o a ellos.
Por eso uno de los primeros pasos que se deben dar para lidiar con este tema es aceptar que tienen un problema y a partir de este momento se atienda por un especialista; sabemos que no es fácil, pero con la ayuda de toda su familia se puede salir adelante.
Además es importante que quienes lo rodean sean conscientes de que esta persona no puede estar cerca de niños y menos dejarlos solos, debido a que esto es como poner un pastel de chocolate ante alguien que hace dieta.
La idea no es hacer a un lado a este hombre o mujer que lidia con esta parafilia sino ayudarlo a salir adelante, obviamente protegiendo a los menores que son sus posibles víctimas.
No son 20 ni 30 los casos que se reportan por año, sino que ya la cifra llegó a 200 denuncias; lo más preocupante de todo esto es cuántas víctimas más habrá que prefieren mantener el silencio por miedo.
Por eso cuando su hijo o hija le dice que hay alguna persona que está abusando de ellos créale, dele todo el apoyo posible y haga que esté muy consciente de que cuenta con su apoyo.
Pues no hay nada peor que ser víctima y que sus propios padres lo desestimen solo porque quien comete el delito es familiar o en muchos casos su pareja; desgraciadamente muchos de los abusos se dan por parte de los padrastros.
Lastimosamente muchas de estas mujeres prefieren tener a este hombre al lado con tal de no estar solas, a pesar de que sus hijos estén sufriendo abusos, es ahí cuando tienen que poner en una balanza qué es más importante.
Esté pendiente si su hijo tiene cambios bruscos, si ahora prefiere estar solo, si deja de hacer las cosas que le gustan o si se desinteresa del estudio.
Si una situación de estas se presenta en su hogar o en un lugar cercano a usted, denúncielo y haga que el agresor pague por estos abusos; no es justo que este tipo de personas ande suelta saciando los deseos a su antojo, pues hoy puede estarle pasando a su vecino y mañana sería usted o sus hijos.
