Marido discriminado por razones religiosas
Lic. Gerardo Morales
CONSULTA: Mi esposa me echó de mi casa porque no quise congregarme a una iglesia a la que ella pertenece. Tenemos un hijo de 19 años que estudia, está en quinto año. Esto ocurrió a principios del año 2015, pago pensión alimentaria a mi hijo y otra a ella, con sus respectivas cargas, como aguinaldo, bono escolar, las cuales están al día. Al principio ella me pidió el divorcio pero yo no acepté. Consulté a un abogado, pero cuando la llamaron no quiso ir, y dice que no va a firmar. Mi pregunta es, ¿qué puedo hacer en este caso? ¿Cuál es el procedimiento a seguir?
RESPUESTA: En este raro caso, parece que un ciudadano es “castigado” por no obedecerle a su esposa para asistir a un culto de una iglesia. Lo primero que se debe destacar, es que el matrimonio debe regirse por normas de respeto, la libertad religiosa es uno de los principios básicos, tanto desde la discusión constitucional, como también un derecho personalísimo del ciudadano.
Sacar de su domicilio a un marido, en una especie de cruzada cristiana, o yihad doméstica, que son los movimientos de persecución de musulmanes en la Edad Media, y ahora del fundamentalismo islámico, no solo es una grave intolerancia en cuando a las libertades básicas y respeto de las convicciones personales, sino que lo asimilo en un caso muy especial de violencia doméstica, que bien puede calificarse de sevicia, que es una causal de divorcio.
En tal caso usted puede iniciar una demanda por violencia doméstica y un divorcio por sevicia, en procesos planteados ante el Juzgado de Violencia Doméstica y el Juzgado de Familia, respectivamente.
La doña no tiene que firmar nada, porque simplemente se le notifica, aunque no quiera firmar, y el proceso sigue adelante con las pruebas correspondientes. Uno de los deberes del matrimonio, es la cohabitación, que evidentemente también fue violada por la señora.
