El cantón de Escazú abrió sus calles para que los ciudadanos que movieron la riqueza en nuestro país en el siglo pasado realizaran su tradicional desfile.
Se trata del desfile en el que se inscribieron 150 boyeros que se resisten a que la tradición se pierda.
La actividad arrancó en la iglesia de San Rafael de Escazú y recorrió 5 kilómetros del cantón hasta rematar en la catedral de San Antonio.
"En esta oportunidad recordamos los 10 años de que la actividad fuera declarada patrimonio cultural de la humanidad, así que muchos en el mundo se unen a este homenaje que se le realiza a quienes sacaron la riqueza de nuestro país de las fincas más lejanas", destacó Silvie Durán, ministra de Cultura.
Fue un 25 de noviembre del 2005 que el boyeo y la carreta de Costa Rica fue declarado patrimonio intangible de la humanidad, desde entonces forma parte de la lista de 43 obras maestras, seis de ellas corresponden a América Latina.
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