El sector empresarial del país mostró su preocupación por la forma en que se valorizarían los desechos que van a las incineradoras, luego de que se publicara el reglamento que permite la quema de basura para producir energía en el país.
Felipe Ureña, director ejecutivo de la Asociación Costarricense de la Industria del Plástico, (Aciplast) aseguró que la inquietud que ellos y los productores de papel y cartón tienen, es que materiales que pueden ser reciclados o reutilizados, vayan a parar a las incineradoras.
“Hay envases que están contaminados con químicos o que la gente no tuvo el cuidado de tratar antes de llevarlos a reciclar o botarlos, estos podrían ser candidatos para la incineración, pero hay muchos otros materiales que todavía pueden usarse y explotarse y que por una valoración no correcta, pueden ser quemados pudiéndose aprovechar más tiempo”, dijo Ureña.
El director de Aciplast dijo además que el hecho de que no se determine de forma adecuada qué no se incinera, podría dejar sin ingresos a personas de barrios marginales y rurales que ven en la recolección de desechos para reciclar un empleo.
Según el decreto que regula la incineración de basura sólida en el país, a quien le corresponde valorar el destino que tendrán los desechos es al Ministerio de Salud.
El ingeniero Eugenio Androvetto, encargado del área de gestión integral de residuos del Ministerio de Salud, explicó que antes de mandar la basura al incinerador, se debe reciclar y analizar la calidad del material para definir qué se hace con él.
“El objetivo de las entidades, llámense públicas, privadas o municipales, es producir la menor cantidad de residuos posible y si se producen, deben ser valorizados para ver si se pueden reciclar, de hecho, el reciclaje tiene privilegios sobre el tratamiento térmico de la basura”, comentó Androvetto.
MUNIS DEBEN ALIARSE
Según Rosina Campos, de la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), la forma idónea para que las municipalidades opten por utilizar la incineración de basura en sus cantones es aliándose unas con otras, “dado lo cara que es esta tecnología”.
“Lo que pueden hacer los gobiernos locales es que el incinerador de un cantón, reciba desechos de otros cercanos”, explicó.
En la Secretaría Técnica Nacional (Setena) existen actualmente, dos proyectos presentados por municipalidades para que se les analice su impacto ambiental, ya que desean instalar incineradores en sus cantones. “Tenemos el proyecto de León Cortés y también el de Cañas y Bagaces, que es una alianza”, detalló la funcionaria de UNGL.
