Emilce Arroyo tiene 20 años de dedicarse al pelaje de camarón y no sabe qué hará ni cómo mantendrá a sus nietos si pierde su empleo.
Ella es una de las 600 puntarenenses se podrían quedar sin trabajo en el 2017 cuando el Instituto de Pesca y Acuicultura (Incopesca) comience a retirar las licencias para la pesca de camarón ante un voto de la Sala Constitucional, que busca preservar el medio ambiente.
Así se desprende de un estudio realizado por la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA).
Martín Parada, coordinador del proyecto, indicó el tonelaje de captura del camarón se redujo en un 40% entre el 2007 y el 2014.
"Se trata de personas que se podrían considerar personal no calificado y que ganan menos del salario ¢250 mil. La mayoría no llega a los ¢75 mil y podríamos decir que un 80% son mujeres", agregó Parada.
El Incopesca retirará las licencias conforme se vayan venciendo y no se renovarán para que otros las adquieran, simplemente desaparecerán.
Las personas afectadas no solo son pescadores, sino puntarenenses que trabajan en centros de acopio pelando camarón.
Además están los cocineros, pescadores, transportistas y dependientes en las bodegas donde se comercializa camarón, que se consideran empleos indirectos.
Como parte del estudio se determinó que podrían ser 27 personas las que controlan la actividad y lucran con el trabajo de los pescadores artesanales.
"Se ha dado una reducción en la pesca de camarón silvestre mediante la tecnología de arrastre a nivel absoluto en los últimos 10 años, aunque si se analiza la pesca por barco esta se ha mantenido en torno a los 23 mil kilogramos de camarón capturado por barco, esto nos lleva a una reducción en la cantidad de barcos que pescan", señala el informe.
La actividad de pesca de camarón semi-industrial es rentable financieramente. No obstante, el subsidio sobre los combustibles contribuye a incrementar en un 17% la rentabilidad de los armadores según los datos de las encuestas y en un 34% si utilizamos los datos de captura y precios de Incopesca.
POCA REPARTICIÓN DE RIQUEZA
Además, los ingresos en la cadena de camarón se distribuyen de forma asimétrica. Si bien es cierto que las actividades económicas en la cadena generan empleo, este, en algunos casos es temporal y parcial debido a las características de la actividad de captura del camarón.
En este sentido, la poca aportación enfrenta a las familias a un proceso de vulnerabilidad social donde las necesidades básicas podrían ser cubiertas pero no con la calidad media requerida tal es el caso de la salud, educación, la vivienda, entre otras necesidades.
"Analizando los datos de captura de camarón en los últimos 15 años se comprueba que a principios del 2000, la captura de camarón de la flotilla semi-industrial era más variada en cuanto a especies, incluía a las especies camarón blanco, café, rosado, fidel, camello, real, y titi. Ya para el 2013 la captura de la flota semi-industrial se concentra en las especies de camarón rosado y real, demostrando una importante pérdida de volumen en la captura de las especies, blanco, café, titi y fidel", dice la UNA.
Generar un plan de capacitación para los proyectos productivos con los grupos sociales vulnerables es una de las recomendaciones, pero se requiere de un capital de $3 mil.
Otro de los consejos es hacer una valoración de la sostenibilidad del recurso para determinar el número de licencias que garantizan el equilibrio y garantes del ecosistema del camarón.
¿LICENCIAS PARA ATÚN O TURISMO ?
Por su parte, Gustavo Meneses, presidente de Incopesca, presentó un proyecto de ley la semana anterior al gobierno para que sea enviado a sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa.
La idea es establecer las reglas para la pesca.
"Se orienta a medir los criterios para hacer de la actividad algo sostenible. También hemos venido trabajando en una reconversión de la flota", dijo Meneses.
Una de las ideas es que los camaroneros se dediquen a otras actividades asociadas con el mar como la pesca de atún y la turística. No obstante, para ello también se requieren de licencias.
Otro proyecto son las concesiones en espejo de agua que requieren del permiso de distintas instituciones.
"La situación es compleja. Ahorita hay un plan de intervención social para el Golfo de Nicoya. Es un proceso en el que estamos tratando de dar respuesta a la celeridad posibles. Tenemos un rezago de años en el Golfo", agregó Meneses.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
CRÉDITOS: Fotos: Marvin Contreras
EMAIL: [email protected]
Martes 20 Octubre, 2015
HORA: 12:00 AM
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