El presidente Luis Guillermo Solís anunció que el Presupuesto Ordinario 2016, que entrará en discusión en la Asamblea Legislativa a partir del 1 de setiembre, tendrá grandes recortes, tal como lo exigen los diputados, pero advirtió de los efectos de pasar tijera al plan de gastos del gobierno.
“Ha sido un proceso complejo armar el presupuesto por la obligación de reducir el gasto lo más que se pueda; tiene consecuencias sobre proyectos, personas que son beneficiarias”, señaló Solís.
El mandatario hizo referencia explícita a programas del Instituto Mixto de Ayudad Social (IMAS), salud y vivienda.
El jefe de Estado insistió en que es urgente la aprobación de tributos y hasta instó a los precandidatos presidenciales, que dieron junto a él la lucha electoral, a honrar sus promesas de campaña y respaldar los nuevos impuestos.
Ayer, el gobierno convocó al periodo de sesiones extraordinarias los proyectos de reforma al impuesto de renta y al de ventas en un ambiente de gran recelo por parte de los partidos políticos de oposición, quienes condicionan su apoyo a verificar verdaderos recortes en el Presupuesto Ordinario.
La polémica calienta con mayor fuerza, pues el plan de gastos de este año fue criticado por los legisladores como desmedido.
Se aprobó por el orden de 7,9 billones de colones con partidas como: Poder Judicial ¢403.000 millones, Seguridad Pública ¢237.000 millones, Ministerio de Trabajo ¢387.000 millones, Educación ¢2,2 billones y Salud ¢270.000 millones.
