La Confederación de América del Norte, Centroamérica y el Caribe (Concacaf) siempre busca acomodar a las selecciones de México y Estados Unidos, o a los equipos de estos dos países en los torneos mayores, llámese Copa Oro (certamen de selecciones) y Concachampions (campeonato de clubes). Tan así que muchas veces hacen sorteos a escondidas y a dedo.
En Copa Oro aztecas y gringos tienen el camino allanado para toparse solo en una eventual final. El ente rector es cuidadoso para no ubicarlos de forma tal que se vayan a encontrar antes, a no ser que por incapacidad de alguna de las dos selecciones o de ambas se ubiquen en una posición no prevista en el grupo y choquen en cuartos de final o semifinal. Pero eso rara vez pasa.
En esta edición la final soñada no será posible porque Jamaica se interpuso en el camino sacando del baile a Estados Unidos, aunque por otro lado los árbitros llevaron a los manitos a disputar el título.
SORTEO A DEDO
Para la Concachampions el descaro es aún mayor. En uno de los artículos de competición (2.2.1) especifica lo siguiente: “El sorteo se conducirá de tal manera que se asegure que dos o más equipos de la misma asociación no jugarán en el mismo grupo y los ocho equipos de USA y México serán sorteados para no ser ubicados en el mismo grupo”.
Es decir, por orden expresa y antojadiza clubes mexicanos y estadounidenses no pueden compartir un mismo grupo, para que la Concacaf se garantice que todos estos equipos o la mayoría avancen de ronda y ojalá se topen en la final, menospreciando a las escuadras de Centroamérica y del Caribe.
Herediano en el 2013 vivió en carne propia el sorteo a dedo que suele hacer la Confederación.
Resulta que el Cruz Azul y Galaxy compartían el grupo 8 junto al Cartaginés, y minutos después que los dirigentes se percataron hicieron el cambio a dedo. Entonces pasaron al Cruz Azul a la llave 3 del Team.
En otras ocasiones la Concacaf simplemente hace un sorteo privado.