“Nací para ser deportista”. Bajo esta consigna se entrena fuertemente el boxeador nacional Jason Ramírez, quien es uno de los atletas que podrían dar la sorpresa en Toronto al conseguir una medalla para Costa Rica.
Basta con charlar con el pugilista para darse cuenta que sus objetivos están más que claros, incluso tiene bien identificado el camino que deberá recorrer para alcanzar su meta: ganar una medalla en las justas continentales.
Ramírez se clasificó a los Juegos Panamericanos después de ser el segundo de todo América, por lo que las esperanzas de medalla están presentes. Por esta razón el boxeador ha sostenido una dura preparación de cara a Toronto.
“Conseguí ser el segundo puesto de todo América en Tijuana en la ronda eliminatoria y eso que no tuve mucho sparring previo a ese clasificatorio.
Por dicha las cosas salieron muy bien y ahora me he entrenado aún más fuerte para llegar de la mejor manera al Panamericano. Me siento increíble y voy muy positivo por conseguir los primeros lugares”, confesó.
Para Jason el cansancio no es ningún obstáculo para dejar todo en cuadrilátero cada vez que empieza una pelea, incluso en los entrenamientos este apasionado por el deporte de los puños se exige el doble, al punto que en ocasiones termina exhausto.
“Lo más importante en el boxeo es saber que algunos días no estás tan fuerte, y es ahí cuando la mente juega un papel importante. Yo estoy centrado en lo que quiero hacer y siempre doy todo para alcanzar mis metas.
Hay días donde no aguanto el cuerpo por el fuerte entrenamiento y cansancio físico, pero aun así eso no me detiene porque quiero salir adelante”, añadió.
Un día en la vida de este pugilista arranca antes de las 6 a.m. con un desayuno cargado de energía, posteriormente arranca su sesión de entrenamientos que puede extenderse hasta 3 horas en la mañana y otro tanto en la tarde.
Sin embargo y pese a la fuerte exigencia que conlleva una carrera en el boxeo, este joven atleta lo toma como un reto porque afirma que tiene un objetivo a futuro, que es ganar una medalla olímpica.
“Yo nací para ser un deportista y para grandes cosas, me ha dolido alejarme de mis mejores amigos, ellos están en una etapa de que por la edad son muchas salidas y a veces se siente envidia, pero yo no pierdo mi norte y ellos me apoyan, aunque es difícil.
Me motiva querer llegar a ser grande y no quiero fallarme a mí mismo. No me importa no tener carro ni otras cosas porque cuando esté viejo no quiero arrepentirme de no haber logrado mis sueños”, finalizó Jason, quien es uno de los 75 atletas clasificados a Toronto 2015.
