Cuando Dave Reynolds se lastimó en el baño una noche decidió que nadie debería pasar por la misma experiencia. Es por eso que inventó el primer escusado que brilla en la oscuridad, que puede ser fácilmente distinguido y utilizado cuando la luz está apagada. Gracias a esta creación ya no hay que tantear la perilla de las lámparas o tropezar en el camino.
“Esto elimina el problema de no saber dónde estas yendo. Puede ayudar desde un abuelo hasta a un niño”, cuenta el hombre, un empleado norteamericano de Virgin Records.
La idea se le ocurrió luego de haber sufrido una caída en el 2012 y recuerda que el accidente ocurrió cuando quiso ir al baño una noche. Cuando despertó amaneció adolorido y con moretes, pero cuando se lo contó a su familia todos se rieron.
Al día siguiente llamó a Tom Fittler, un amigo del colegio, y juntos idearon el inodoro que brilla. El dúo decidió que el objeto no iluminaría toda la habitación, sino que crearía un punto central al que todos puedan visibilizar fácilmente y así llegar a salvo.
Una vez que diseñaron un prototipo establecieron una empresa para comercializar el producto. “Hay que mirarle el lado serio, esto podría evitar que personas mayores se caigan en la oscuridad y se lastimen o que los pequeños puedan ir al baño solos en la noche sin tener miedo”, argumenta Reynolds.
La invención tiene un costo de $50 dólares (unos ¢27 mil) y luce como cualquier inodoro durante el día pero se ilumina de noche. Además, está disponible en los colores verde y azul y en una forma tradicional o más alargada. Está hecho con materiales de alta calidad y puede mantener su luminosidad durante 20 años. (SEP)
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
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Miércoles 01 Julio, 2015
HORA: 12:00 AM
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