La familia de Gustavo Hernández Angulo ha pasado días de angustia, al no saber sobre el paradero del oficial de Fuerza Pública, de 38 años, quien lleva desaparecido ocho días.
Al parecer, algunos problemas familiares lo hicieron irse de su casa, pero se pensó que regresaría poco tiempo después, algo que no sucedió.
Según Ana Angulo Jiménez, la preocupada madre de Gustavo, él salió de la casa de su hermana, donde vivía desde hace un mes, la madrugada del miércoles 10 de junio, después de recoger una moto Vespa, color rojo y decir a la 1:30 a.m. que iba a salir y después a trabajar.
La sospechas de que algo no andaba bien comenzaron cuando el oficial no se presentó a trabajar, algo que no acostumbraba hacer.
Hernández Angulo se caracteriza por ser una persona tranquila y fiel a su labor, pero ha tenido algunas dificultades psicológicas que lo perturban.
El funcionario público trabaja como destacado en la Delegación del distrito El Carmen de San José, y es policía desde 1999. Vive en Poás de Alajuela.
“La última persona que vio a Gustavo, fue mi hija Yessenia, ella dice que él andaba una suéter negra, pantalón azul, camisa clara y anillo de matrimonio, a pesar de que hace varios meses estaba separado de su esposa”. Indicó Doña Ana, que teme por la vida de su muchacho, debido a que según lo narrado por ella misma, Gustavo frecuentaba tomar licor.
Otras de las señas que caracterizan a Hernández Angulo son una reconstrucción en una oreja y un tatuaje de dragón en el brazo derecho. El domingo pasado los parientes del desaparecido se hicieron presentes a poner la denuncia en los Tribunales de Alajuela, un funcionario que se identificó como Fabián Aguilar, dijo que iba a ser quien llevara el caso.
Según Fuerza Pública, hasta el momento no se ha montado ningún operativo formal en la zona para ubicar al oficial, pero se ha solicitado a los vecinos de la comunidad de Poás y sitios que frecuentaba el desaparecido, que si lo ven den alerta inmediata a las autoridades.
