La ola de críticas que levantó la salida del presidente Solís, poco después de llegar desde Estados Unidos, no representa un problema para él y apuesta a que la sociedad evolucione en su forma de pensar y se acostumbre a los viajes que hace como parte de sus obligaciones.
Solís insistió en que viajará todo lo que sea necesario para salvaguardar la soberanía nacional en caso de crisis o mejorar las condiciones, la productividad y el posicionamiento internacional de Costa Rica.
“Vivimos en mundo global, tengo obligaciones como jefe de Estado y eso me lleva a estar fuera del país con frecuencia; no viajo con grandes delegaciones, ni haciendo dispendio de los recursos públicos, traigo resultados concretos al país. En este último viaje, excelentes noticias de Alemania, Francia y las Naciones Unidas en materia de cooperación al desarrollo, voy a tener que seguir viajando”, advirtió.
Explicó que no lo hará si no es estrictamente necesario que lo haga. Porque “poco a poco la sociedad costarricense se irá acostumbrando a esto que forma parte de esta obligación, como tantas otras”.
En Europa Solís conversó con la Canciller de Alemania sobre el interés de buscar e identificar oportunidades y alternativas para implementar un modelo de educación dual en Costa Rica inspirado en la experiencia alemana, que vincula universidades, colegios técnicos y la empresa privada, con el objetivo de crear más trabajo para los jóvenes y atender las necesidades del mercado laboral.
El jefe de Estado costarricense manifestó que la líder teutona se comprometió a realizar las coordinaciones necesarias para contar con esta misión de alto nivel que aporte su experiencia con el fin de construir y afinar un marco regulatorio y práctico para implementar con rapidez un modelo de educación dual.