La Cuchara de Chalo es un negocio de comida que está en el centro de Naranjo, Alajuela. Su propietario es una de las más de 4 millones de matrículas que el Instituto Nacional de Aprendizaje, (INA) ha realizado en sus 50 años de existencia.
“Desde que salí del colegio me propuse que estudiaría cocina y ahora que cumple 50 años no tengo nada más que darle las gracias porque la capacitación que recibí me permitió lo que he alcanzado”, expresó Luis Gonzalo Arroyo, propietario de La Cuchara de Chalo.
En La Cuchara de Chalo usted puede chuparse los dedos con lo mejor de las pastas, mariscos y cerdo, pero también el cliente puede pedir sus antojos.
Arroyo es conocido en su pueblo como “Chalo” y de ahí que bautizó su negocio como La Cuchara de Chalo. Se egresó de la carrera de Industrias Alimentarias en el 2004 y según dijo tuvo la oportunidad de administrar diferentes cafeterías e incluso viajó a Hawai, Miami, Cuba y Perú, gracias a la formación que recibió del INA, que el próximo jueves llegará a medio siglo de formar a los costarricenses.
CINCUENTA AÑOS DE FORMAR
El INA se fundó el 21 de mayo de 1965, durante el gobierno de Francisco J. Orlich, cuando era ministro de Trabajo Alfonso Carro. Fue creado con la idea de que se convirtiera en el ente rector de la formación profesional de Costa Rica.
En su primer año registró 241 matrículas. A la fecha tiene 9 sedes regionales y 50 centros de formación ubicados en todo el país. Cuenta con 2.487 programas, 5.173 módulos certificables y 879 asistencias técnicas.
Al llegar al 50 aniversario su presidente ejecutivo Minor Rodríguez apunta a fortalecer el trabajo de la institución en tres áreas: INA Virtual, aumentar las unidades móviles y estrechar la relación con los comités de enlace para realizar un mejor trabajo de prospección
Rodríguez explicó que los avances en la educación a través de Internet, la alta demanda de servicios y los nuevos requerimientos de los procesos de enseñanza-aprendizaje conducen al INA a la ampliación y modernización de la oferta académica virtual.
Agregó que como respuesta a esas realidades crearon el Centro Virtual de Servicios de Capacitación y Formación Profesional, conocido como INA Virtual.
Este refuerza la oferta de cursos en línea, la cobertura en zonas rurales y costeras, así como la atención de la población estudiantil que enfrenta obstáculos de índole personal o laboral para asistir a las lecciones presenciales.
El residente ejecutivo detalló que ampliarán la flotilla de unidades móviles. “La idea es comprar 3 unidades por año (12 unidades al final de esta administración) y llegar así a diferentes sectores del país donde se requiera que la población estudiantil de INA Virtual realice prácticas o pruebas especializadas”, explicó.
Otro de los retos, informó Rodríguez, es estrechar la relación con los comités consultivos que por ley el INA tiene para determinar las necesidades de capacitación y formación profesional de los diferentes sectores productivos del país.
