El Ministerio de Salud se sacudió de las críticas en su contra por la fiscalización que deben realizar en los centros de acondicionamiento físico (CAF) para que estos cumplan con todos los requisitos que exige la ley y así funcionar legalmente.
En la institución son claros en que cada CAF que tiene un permiso sanitario para desempeñar sus respectivas funciones, ha sido fiscalizado en busca de que cumpla a cabalidad con toda la normativa vigente.
El Periódico de Más Venta en Costa Rica conversó con el doctor Allan Varela, jefe de la Unidad de Servicios de Salud quien reconoció que al igual que el Icoder ellos sostienen una lucha para que los reglamentos se respeten.
Según Varela, para poder otorgar un permiso de funcionamiento a estos recintos, desde el inicio deben presentar los títulos del director deportivo o entrenador personal que estará a cargo del establecimiento.
“En primer lugar ellos deben tener un permiso sanitario para lo cual deben cumplir los requisitos del trámite que conlleva respetar unas normativas específicas, uno de esos puntos es el de presentar el título de bachiller en una carrera afín del director deportivo o entrenador, que será el responsable del centro”, comentó.
Luego del otorgamiento del permiso el Ministerio de Salud cuenta con tres meses para poder realizar otra visita de seguimiento para constatar que el establecimiento sigue en regla.
Para esto cada oficina regional de salud deberá coordinar porque al menos una vez al año cada gimnasio o centro tenga una visita fiscalizadora por parte de un funcionario de la institución.
“Cada oficina es independiente en su programación, ellos deben evaluar según la calificación de cada centro, cada cuánto deben visitarlo, pero es obligatorio que al menos una vez al año le hagan la visita respectiva”, agregó el doctor.
Sin embargo en el Ministerio son claros en que las personas son también fiscalizadores de que la ley se cumpla pues al final son los eventuales clientes de los negocios. Es por esto que piden a las personas denunciar a los centros que cuenten con instructores “piratas” en su planilla.
“Las personas deben entender que ellos son muy importantes en este proceso pues si interponen una denuncia el trámite para renovación del permiso de funcionamiento se detiene y hasta que se revise la denuncia no se otorga. Incluso al llegar la denuncia tenemos no más de una semana para corroborar el tema. Deben atreverse a denunciar”, explicó el funcionario.
Varela fue claro que aquel centro de acondicionamiento físico que incumpla la normativa de tener dentro su equipo un profesional graduado en alguna carrera afín con el grado de bachiller universitario puede correr el riesgo de que se le cierre el negocio. Para tramitar estas denuncias puede hacerlas de manera anónima al correo [email protected]
