Don Jacques Sagot y sus demonios contra el Deportivo Saprissa
En el diario vivir, entre estudios, trabajo, familia, carreras, etc, de vez en cuando saco un espacio de mi tiempo y por un medio de comunicación radial escucho los comentarios de este gran pianista, de vasta cultura y verbo elocuente, seguro estoy que es tanta su capacidad para escribir bonito que de fijo antes de empezar a hacerlo no tiene la necesidad de invocar a las musas, aquellas diosas griegas de la inspiración a las que tuvo que echar mano el gran Homero para concebir la Ilíada.
Don Jacques días atrás en un medio escrito despotrica en forma humillante en algunas de sus frases contra uno dizque es su equipo, el Deportivo Saprissa por la reciente eliminación ante el América de México, cierto es que no se trata de“tapar” las falencias de nuestros equipos, y en el caso de la definición es un hecho, es ostensible, patético en ocasiones, este mal del fútbol nacional, digno de tomar en cuenta por nuestros formadores en las ligas menores. No es simétrica su comparación entre la época del técnico Etchegoyen (Echegoles satíricamente) y lo que le sucedió al Saprissa; aquel entrenador llevó a la Selección Nacional es cierto, a una de las páginas más tristes de nuestro fútbol recibiendo sendas goleadas en dos ocasiones 7 a 0, lo de ahora fue precisamente lo que usted apunta don Jacques, la falta de definición lo que provocó la eliminación que tanto golpeó el ánimo del bicampeón nacional; en aquella ocasión nos dieron un “baile”, lo de hoy no fue a esos extremos.
Creo que a Sagot se le cayeron un poco “las medallas”, porque la libertad de expresión tiene un límite, y ése límite lo señala la línea entre educación y la falta de respeto, y si más bien invocamos a los espíritus del desatino, de la frustración, y el enojo, da como resultado que las vísceras subyuguen al cerebro y salgan a la luz comentarios que quieran arrojar barro sobre la historia gloriosa de un equipo de renombre continental. Porque al igual que Saprissa, la Liga y Heredia también han sufrido palizas en determinado momento y no por eso dejan de ser grandes, ni eso provocó un cataclismo futbolero nacional.
Yo desde ahora le aconsejo, muy distinguido don Jacques, que imitando a algunos grandes literatos de la historia, busque la tranquilidad y el sosiego de espíritu para que de su vasta y sobrada erudición salgan comentarios más equilibrados y no salpicados de furia y crítica mordaz.
Un saludo, don Jacques, de parte de alguien que también le gusta opinar.
