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Sucesos

Taxista vivirá con bala en la cara

DIARIO EXTRA habló con hombre milagro tras salir del hospital, Heredia

  • Esta es la marca que dejó el asalto

  • La bala se alojó en el pómulo izquierdo

  •   Sonia Miranda, esposa del baleado

José Joaquín Ramos Arce, de 62 años, es considerado por los doctores del Hospital México como “el señor milagro”. A él lo intentaron asaltar la semana anterior y la bala que casi le quita la vida, quedó alojada en su mejilla izquierda y no la podrán extraer. 

 

En una semana dos taxistas vivieron situaciones similares, enfrentaron a delincuentes violentos, quienes les dispararon en la cara, pero la diferencia es que Ramos logró sobrevivir, mientras que Eduardo Tenorio Tiffer, de 31 años, falleció producto de un impacto en la mejilla.

 

Luego de estar una semana en el centro médico, a José Joaquín le dieron de alta. Este recibió en su casa a un equipo de DIARIO EXTRA y contó los detalles de su increíble historia. 

 

Agradecido por estar con vida, con ojos llorosos pero una sonrisa que por el dolor apenas se reflejaba en su rostro, Ramos dijo que ni los doctores del Hospital México podían creerlo. “La bala entró por la mejilla derecha y no tocó nada, ni una vena o músculo, es más, todos los médicos que me atendieron antes de darme de alta me dijeron que nunca vieron un caso igual”.

 

Sonia Miranda Paniagua, su esposa desde hace 42 años, agregó: “La bala pasó por todos los órganos vitales de la cara, como la vista y faltó muy poco, si acaso un milímetro, para entrar al cerebro. Pasó debajo del ojo izquierdo y cerca de la nariz, la mano de Dios la desvió, no hay otra explicación”, aseguró.

 

Según cuenta esta pareja, de haberse movido el proyectil un poco hacia arriba, José quizá hubiera perdido la vista, “los primeros minutos veía nublado y el oftalmólogo pensó lo peor, pero los resultados salieron bien, lo único que tengo es que me cuesta abrir mucho la boca, pero me explicaron que con el tiempo eso volverá a la normalidad”, mencionó el taxista.

 

 

GAS PIMIENTA LO SALVA

 

 

El sujeto recuerda que el día que lo intentaron asaltar pasó a su casa a recoger un suéter a las 10 p.m., se tomó un fresco y continuó su trabajo. “Me estacioné en la iglesia de San Rafael de Heredia y se montaron tres muchachos que me pidieron que los llevara a los Lagos”, expresó.

 

Cuando llegó al destino, los delincuentes le pidieron que siguiera el camino hacia Guararí, pero él se negó. “En ese momento el que estaba sentado al lado derecho en el asiento trasero me apuntó con un arma en la cabeza y me dijo 'siga o me lo echo', así que no me quedó más que acceder”, mencionó.

 

Durante 200 metros el chofer de la Fuerza Roja sólo pensaba en qué hacer para salvarse de una muerte que sentía segura y recordó que días atrás a un cliente se le quedó olvidado un gas pimienta y lo guardó en la guantera de la puerta del conductor. Cuando le pidieron que se detuviera, el caco que viajaba a su lado le dijo al que lo apuntaba con el arma “cuando abra la puerta se lo echa”, recordó.

 

Entretanto, el tercero, que es el que venía callado, se bajó para asegurarse que no se acercaba ningún auto. José sacó el gas pimienta y se lo roció al que daba las órdenes, lo empujó y este cayó al piso; echó el asiento hacia atrás y forcejeó con el que tenía el arma de fuego, “le agarré la pistola pero el cinturón no me dejó dar vuelta y por más que intenté no pude quitársela, fue entonces cuando me disparó y aproveché para también rociarlo con el gas. Como la puerta estaba abierta, también lo empujé, metí primera y me fui”. 

 

Ensangrentado y con dolor, recorrió 400 metros, llamó por radio a la cooperativa, dio la dirección de dónde estaba y rápidamente más de 10 compañeros acudieron a ayudarle. José Joaquín asegura que pensó en lo peor, “eran chorros de sangre los que bajaban por mi cara, de hecho yo en mi mente dije 'hasta aquí llegué'”.

 

 

ATADOS DE MANOS

 

 

Los taxistas de Moravia, Tibás y San José, consultados por El Periódico de Más Venta en Costa Rica aseguran que no hay mucho que se pueda hacer para asegurar que estas cosas no sucedan. Coinciden en que si bien es cierto algunos tomaron la decisión de encerrar el área del conductor, lo mejor sería tener cámaras de vigilancia y no ingresar a ciertos lugares conflictivos.

 

Víctor Barquero tiene 5 años de ser taxista y dice que hay lugares a los que ellos no entran. “No voy a algunos sitios porque uno sabe cómo es la cosa, uno se vuelve selectivo y prefiere no jugársela y si a mí me dicen León XIII, Los Cuadros, La Carpio en La Uruca o Guararí de Heredia, por ejemplo, yo no voy”.

 

Gerardo Guevara, por su parte, afirma que prefiere perder un viaje antes de dar un servicio e ingresar a ciertas zonas de la capital. A él lo han asaltado en dos ocasiones. “Es terrible, en segundos usted piensa que va a perder la vida y es que yo monté a uno y me pidió que lo llevara a Tirrases y cuando llegamos nos esperaban tres delincuentes más y me pusieron una pistola en la cabeza, ¿uno qué puede hacer? Les entregué todo”, comentó.

 

A Ricardo Lara lo asaltaron una vez en Lomas del Río en Pavas, pero asegura que, últimamente, los casos son más frecuentes y violentos. “El problema es que a uno le sacan la mano y uno para, pero usted no sabe a quién monta; no les ve las armas y cuando están adentro es cuando las sacan y no les da temor disparar o herir”.

 

Aunque en el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ni en la unión de Taxistas hay estadísticas de cuántos son los conductores de servicio público que han sido asaltados, heridos con arma o hasta asesinados, los choferes aseguran que por lo menos se presenta un caso por semana.

 

Según la Unión de Taxistas en el 2014 mataron a 112 compañeros, lo que representa un promedio de 9 al mes. Mientras cada taxista busca una forma de mantenerse a salvo, José Joaquín tendrá que reposar por al menos 6 meses y asistir a valoraciones médicas en el Hospital México una vez al mes. Durante ese tiempo pensará si regresa al taxi o no, aunque reconoce que luego de 25 años esta es la forma en la que mantiene a su familia y hace lo que le gusta. 

 

Entretanto los agentes del OIJ realizan la investigación de este caso y como es usual realizan las entrevistas que les permitan hacer retratos hablados de los tres hampones y no descartan que sean personas conocidas, sobre todo en Guararí.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

CRÉDITOS: Patricia Durán / Fotos: Randall Sandoval, Mauricio Aguila

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Miércoles 28 Enero, 2015

HORA: 12:00 AM

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