Muchos padres, especialmente los primerizos, no le quitan los ojos de encima a su bebé ni un solo momento durante todo el día, se enfocan en ponerles mucha atención a todos los detalles y comportamientos del menor, esto para velar que se encuentre bien.
Una de las situaciones que más llama la atención de los progenitores, e incluso les causa mucha preocupación, es observar que las piernas del bebé están arqueadas, o como se dice popularmente son “corvetas”, es decir, al poner ambas extremidades juntas existe una distancia significativa entre las rodillas.
Según expertos, este tipo de deformidad es bastante común en los menores, debido a las posiciones en las que pasan, por lo cual es cuestión de un par de años para que las piernas tomen su forma natural.
Sin embargo, detrás de unas extremidades arqueadas puede haber una enfermedad que afectará al individuo de forma permanente, incomodándolo a lo largo de toda su vida.
Para profundizar en dicho tema, el Dr. José Pablo Muñoz, especialista en Ortopedia Pediátrica de Clinykids, Torre Médica Momentum, habló con DIARIO EXTRA sobre las implicaciones que podría traer un análisis tardío de este problema.
NORMAL HASTA
CIERTO PUNTO
Explicó Muñoz que las piernas arqueadas en los niños, comúnmente conocidas como “corvetas” y en términos médicos llamado “Genu Varo”, es uno de los motivos de consulta más frecuente en la ortopedia pediátrica.
Asimismo indicó que este fenómeno es bastante normal en el desarrollo de los menores, por lo que en la mayor parte de los casos la curvatura se corrige con el paso del tiempo.
“Las fases del desarrollo de los miembros inferiores establecen un periodo donde es normal que los niños presenten esta angulación en las piernas. Esta va desde el nacimiento hasta los 2 años. En Medicina se conoce como "Fase de Genu Varo Fisiológico", explicó el médico.
Como lo indica Muñoz, lo normal es que en el proceso de crecimiento, al superar los 2 años las piernas tomen una posición correcta, en la que al juntar los pies no haya distanciamiento entre las rodillas, sin embargo hay males que pueden prolongar este estado.
“Existen enfermedades que podrían causar que el niño continúe corvetas luego de los 2 años, entre las cuales podemos citar: la enfermedad de Blount, el raquitismo y las displasias óseas”, agregó el especialista.
PROGRESIVA Y PERMANENTE
Cuando el arqueamiento de las piernas perdura más allá de los 2 años, se puede llegar a pensar que existe alguna malformación detrás de esto, como lo puede ser la enfermedad de Blount.
“La enfermedad de Blount es un trastorno en el crecimiento de la tibia, uno de los huesos de la pierna, más conocido como la espinilla, sin una causa conocida. Esta enfermedad es más frecuente en niños con sobrepeso, que han iniciado muy temprano a caminar, antes del año de edad y en la etnia negra”, acotó Muñoz.
El Genu Varo o arqueamiento de las piernas que es producido por esta enfermedad puede llegar a ser progresivo y permanente si no se recibe un tratamiento adecuado lo antes posible.
DESGASTE DE
ARTICULACIÓN
Una vez más el ortopedista resaltó que un menor que supere la edad mencionada y sea corvetas no puede ser un caso normal, por lo que si los padres notan que esta condición prosigue deben buscar la ayuda de un experto, ya que si el niño no recibe tratamiento por la curvatura de sus piernas comenzará a sentir cada vez más dolor y dificultad para caminar, además de que ocasionará el desgaste de la articulación de la rodilla.
“Todo niño mayor de 2 años que sea corvetas debe ser valorado por un ortopedista pediátrico con el fin de lograr hacer un diagnóstico y tratamiento temprano y así evitar las secuelas a largo plazo. No se puede considerar como normal que un niño presente esta deformidad después de dicha edad”, indicó el experto.
Por tal motivo Muñoz hace un llamado de atención a los padres para que estén al tanto del desarrollo de las piernas de sus bebés y así no sufran una vida de incomodidad por este trastorno.
