Utilizando láminas de aluminio o plata la artista Guisela Morice Haeberle crea innovadoras piezas en repujado, ya sean imágenes de vírgenes, arcángeles y cruces, entre otros. Esta técnica se caracteriza por ser muy antigua, surgió en Europa y se derivó de los íconos sagrados y religiosos plasmados en tablas a partir del siglo XII.
Sin embargo la creatividad que le corre por las venas le permitió crear una línea con sello costarricense. Se trata de “Made Art”, donde aplica el procedimiento por sí solo y a la vez lo perfila dentro de pinturas en óleo o bien en acrílico.
En su vivienda, en San Francisco de Dos Ríos, recibió a DIARIO EXTRA y manifestó que divide el tiempo entre las labores del hogar, impartir clases de reparación de muebles en la Casa de la Cultura de Barrio Amón y las artesanías.
PRIMEROS TRAZOS
Morice explicó que en la infancia desarrolló una fuerte atracción hacia el arte, de modo que comenzó a definir los diseños sobre el papel y más adelante los cubrió con tonalidades en pequeño formato.
“Desde pequeña me llamaron la atención los colores y pintar, por eso mi mamá me llevó a la Casa del Artista, que quedaba detrás del Teatro Nacional, cuando tenía apenas 12 años.
Ahí empecé a perfeccionar lo que por instinto sabía con dibujo a lápiz, pasé a la pintura y finalmente a la escultura.
Saqué el colegio, seguí en la universidad y con el paso del tiempo logré perfeccionar hasta cierto punto todas las técnicas de los productos que ofrezco”, explicó.
MOLDEO ORIGINAL
Sobre los pasos que aplica para las piezas en repujado, Morice indicó que selecciona el diseño, sea un arcángel, una flor, un rostro o abstractos. Seguidamente lo coloca sobre la lámina, lo sujeta y lo marca con los buriles.
“Se saca el molde como primer paso, después se copia lentamente y se levanta. Poco a poco se calienta la lámina y se le da la dimensión que se quiera, existe hasta la séptima dimensión. No me inclino por una sola temática, por el contrario, hago de todo un poco, pero eso sí, a mano alzada”, agregó.
PINTURA Y REPUJADO
Dado que otras de sus pasiones son el acrílico y el óleo, aprovechó para definir los trazos acompañados de estos relieves.
“Es una especie de labor mixta, donde por ejemplo establezco el personaje que sería -El Quijote de la Mancha- y lo acompaño de un escenario, sea con el molino, con su amigo Sancho, las praderas y parte de esos elementos van en aluminio. Muchas veces son las espadas, la armadura, etcétera. Además cuando son paisajes algo le añado, como un puente o a las flores les pongo mariposas, y de verdad quedan preciosos”, expresó.
En los óleos tarda más por las capas que lo integran y en los acrílicos dijo que una semana. De igual forma las cajitas de madera para té llevan las esquinas y la parte de arriba completamente moldeada.
OTRAS CREACIONES
En su lista de creaciones destacan las francesas y el pirograbado. “Se trabaja con láminas de plata, de oro, lo que se llama laminado. El proceso se inicia con copias y mínimo son 10 copias, y luego se van levantando una por una, de modo que parece que están en el aire. El tiempo de duración es de aproximadamente 15 días.
Otra cosa es que se pintan por detrás para que no se vea que es una copia; poseen policromías, monocromías de vírgenes, arcángeles o aves”, dijo.
El costo de cada una de las obras depende del tamaño y los detalles. “Para mí es muy importante sentirme útil, que puedo efectuar mis propias cosas y más aún que saqué adelante a mis hijos con ello. Pintar o moldear para mí es una bendición y agradezco que den a conocer mi historia”, finalizó.
PERIODISTA: Laura Morales Sánchez
CRÉDITOS: Fotos: Ariela Muñoz
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Martes 07 Octubre, 2014
HORA: 12:00 AM
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