¢100 mil todos los días, de lunes a jueves, esa cantidad de dinero se tiene prevista que se gaste en el cafetín de la Asamblea Legislativa durante el 2015. El dato se desprende del proyecto de presupuesto que actualmente se discute en el primer poder de la República.
El cafetín es una suerte de soda pequeña que se encuentra adjunto al salón plenario, en ese lugar los congresistas pueden tomar café y consumir bocadillos, los cuales son gratis para todos y no están obligados a pagarlos.
En el plan de gastos del 2015 se presupuestó una partida de ¢90 millones para alimentación en la Asamblea, dicho monto se usa en actos protocolarios y otras actividades de los despachos, otro tanto se destina para comprar los insumos necesarios para abastecer el cafetín, el cual es uso exclusivo de los legisladores.
El plenario sesiona durante 4 días, eso significa que se gastarían al menos ¢400 mil a la semana, ¢1,6 millones al mes y al año representan ¢19,2 millones.
Para el verdiblanco Rolando González ese monto debe recortarse, “al igual que tantas partidas de la Asamblea y otras instituciones, que no afecten al personal ni la calidad del servicio que se brinda”, comentó el diputado.
RAZONABLE
Para el legislador de Renovación Costarricense, Gonzalo Ramírez, este gasto es más bien “razonable”, explicó que esos ¢100 mil diarios hay que dividirlos entre 57 diputados, lo cual daría una suma diaria de ¢1.700, cantidad que para él es correcta. “Con eso cualquier persona se toma un café y un pan”. Incluso justificó el servicio del cafetín, en el tanto que en ocasiones, debido a la ardua labor, muchos diputados no almuerzan. “El café que nos dan significa para nosotros poder seguir trabajando”, explicó.
Respecto a los ¢90 millones destinados a comidas, Ramírez detalló que el dinero se usa para dar alimentos a quienes participan en los foros que se organizan en el parlamento, “entonces no se lo comen los diputados, sino los costarricenses”, aseveró.
REVISAR
Para el presidente legislativo, Henry Mora, ese rubro se puede revisar y eventualmente recortar hasta en un 20%. Respecto al gasto diario del cafetín, reiteró que es una cantidad adecuada, “no me parece que sea una suma exagerada”.
Mientras que Ottón Solís le puso el ojo a lo destinado para alimentación; dijo que esos ¢90 millones podrían reducirse a tan solo ¢1 millón, “con ese monto basta para darle café a la gente que nos visita por aquí”, insistió.
Solís reveló que desconocía cuánto es el gasto previsto para el cafetín, “yo nunca entro ahí”, finalizó.
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CRÉDITOS: Foto: Ariela Muñoz
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Lunes 22 Septiembre, 2014
HORA: 12:00 AM