Un déficit fiscal elevado afecta al país por todo lado, incluso hasta para pedir préstamos en el extranjero que le permitan paliar el faltante de plata, así lo expone el economista Ronulfo Jiménez.
“Exhibir un déficit demasiado alto no nos va hacer una figura interesante para vender bonos y ni para conseguir financiamiento”, enfatizó el especialista.
Esa es una razón más, según Jiménez, para que de forma urgente se atienda el faltante de dinero, que de acuerdo con el gobierno si no se toman acciones al 2019 llegaría al 8,2% del PIB.
El economista explicó en palabras sencillas que internacionalmente la Reserva Federal de Estados Unidos venía inyectando muchos dólares, por lo que era muy factible endeudarse en el exterior; pero ahora conforme la economía de los gringos se ha recuperado la tendencia es a la inversa, generando que el otorgamiento de préstamos sea más restrictivo.
“TEMOR AL COSTO
POLÍTICO”
Asimismo, asegura que las autoridades tienen un gran “temor al costo político”, que significa tomar medidas para resolver el déficit; en la parte técnica está claro que se deben mejorar los ingresos o reducir los gastos del Estado, pero eso se carga de polémica en la práctica, como han sido los dos intentos fallidos de aprobar una reforma fiscal, el último en la administración Chinchilla Miranda.
Aunque algunos podrían sugerir que una opción es que el Banco Central de Costa Rica (BCCR) inyecte colones a la economía, para el experto tampoco es viable, pues a largo plazo provocaría mayor inflación.
Con un costo de la vida más alto los tomadores de decisiones -empresarios e inversionistas- se cargan de incertidumbre, afectando el crecimiento económico.
Jiménez sostiene que el presupuesto ordenado para el 2015 coloca en mayor riesgo al ya complejo déficit fiscal.
