Editorial
Hoy hace exactamente dos años nuestro grupo periodístico se vistió de luto. La muerte del fundador y director de DIARIO EXTRA, William Gómez, fue un golpe devastador no solo para quienes conocimos su lucha y su carrera profesional, sino para el periodismo nacional.
Este hombre oriundo de Alajuela, con gran fervor a la Virgen María, logró abrir espacios donde parecía imposible y dio voz a los marginados en medio de un país con inmensas brechas sociales dominado en aquel momento por apenas dos diarios, que eludían a la clase más humilde.
William Gómez fue un periodista que batalló hasta el día de su deceso por llevar al pueblo la noticia más certera, por ello logró ser reconocido como el democratizador de la información en Costa Rica.
Fundó DIARIO EXTRA en 1978, conocía de primera mano la necesidad de los sectores vulnerables del país y dedicó su tiempo por completo a visitar con sus pocos periodistas y fotógrafos las zonas rurales para buscar sus quejas, saber sus pesares y reflejarlos en las páginas del matutino.
Pero también experimentó con una nueva forma de hacer noticias, con un estilo nunca antes implementado en Costa Rica. Dio vida al único diario sensacionalista que ha existido, y lo puso a disposición de los ciudadanos sin importar su condición económica, color de piel, creencia religiosa o lugar de residencia.
Abrió las puertas de “La Extra”, como muchos la conocen, para que cualquiera pudiese expresarse con libertad de las clases políticas, del poderío económico, de la discriminación, de la pobreza y los maltratos laborales.
Dio el primer espacio a las quejas, pero ante todo le concedió valor, las convirtió en el poder del pueblo y con ello exigió de forma respetuosa respuestas de las altas esferas de los distintos gobiernos.
Don William nunca dudó en su misión, se vio avasallado, atropellado, insultado, pero ese afán de superación, esa armadura de humildad y verdad lo llevaron a la cima.
Para nadie es un secreto que DIARIO EXTRA sigue siendo el periódico de más venta en el país, pero también podemos darnos el lujo de decir las cosas como son, pues nuestro estandarte es la libertad de expresión y prensa.
Acá no hay tapujos, no hay reparos en difundir la noticia que le interesa a los costarricenses, no hay intereses de por medio mas que ejercer con plenitud el derecho de informar.
Han pasado dos años de su partida, pero su legado sigue vivo.
No hemos decaído jamás ni descuidado la tarea que nos encomendó, ser el periódico del pueblo, atender a la clase trabajadora y pedir respuestas de los que manejan el poder.
Seguimos avanzando en en ejercicio de democratizar la información y trabajamos con ahínco para que cada ciudadano se sienta representado no solo en el diario vivir, sino también en esas luchas por la reivindicación de los derechos, por la dignidad.
Hemos enfrentado gobiernos completos, hemos unido esfuerzos con organizaciones sociales y dado luchas en favor de todo un país basados en la premisa de la libertad en un Estado de derechos, de igualdad.
Don William ya no está con nosotros en cuerpo, pero sabemos que su alma sigue siendo Extra, que su trabajo sigue ahora la ruta de su esposa doña Flory Quesada y su hija Iary Gómez, además de sus orgullosos colaboradores.
De nuevo reafirmamos nuestro compromiso de estar en el momento justo, de levantar la voz en la causa justa y de abrir nuestras páginas al ciudadano de a pie que requiere de estar informado y educado, pero también exigiremos a los administradores del poder rendir cuentas en el periódico del pueblo, tal como ha sido nuestra costumbre.
Gracias don William por enseñarnos la esencia real del periodismo y darnos la oportunidad de acercarnos a la gente, a sus emociones, a sus experiencias, a su felicidad y tristeza. Eso no tiene precio.
