Cinco caballos cuarto de milla andan a todo galope por la frontera norte combatiendo con los oficiales de la Policía Montada de la Fuerza Pública la tala de árboles, trasiego de indocumentados, la caza y robo de animales que se dan en el sector de La Trinidad en Boca de Sarapiquí.
La unidad fue conformada hace un año, y a partir de ese momento empiezan los recorridos de hasta 8 horas cada día y medio con sus respectivos descansos para los rucos, los cuales pasan zacatales, barreales y ríos utilizados por los delincuentes.
Edín Blanco, oficial a cargo del grupo, manifestó a DIARIO EXTRA que tuvieron que hacer una cuadra para que los mamíferos estén en las mejores condiciones.
“Se traen cuatro caballos y una yegua cuarto de milla, cada uno con su respectivo código y nombre, un veterinario los cuida así como sus respectivas vacunas.
Se les hizo una caballeriza para que no se mojen, ahí descansan después de recorrer hasta 30 kilómetros. Un compañero les coloca las herraduras, los baña y da concentrado para mantenerlos en buen estado de salud”, explicó.
Blanco agregó que en la zona no hay robos ni asaltos, y los delitos más comunes son la caza de dantas y tepezcuintles, mientras que la tala de árboles de almendro, cedro y pilón es mucho más frecuente.
El ruido de las motosierras hace mover a los caballos a todo galope en medio de extensas fincas. El trabajo se hace en conjunto con personal del Ministerio de Ambiente y Energía.
ENTIERRAN ÁRBOLES
Según la Policía Montada, los taladores tienen la madera de almendro cortado en tablillas que las entierran hasta un año para que no sean descubiertas y decomisadas.
Cuando llega la estación seca, los explotadores madereros arriman un camión a la finca y de noche empiezan a desenterrar en la margen de la trocha hasta 15 trozos de madera para transportarla a los aserraderos.
Las autoridades presumen que parte de ese producto es trasladado por el río San Juan a tierras nicaragüense donde tiene un valor adquisitivo mayor que en nuestro país. Inclusive se tiene conocimiento de que existen organizaciones dedicadas a este tipo de ilícito que mantiene a esta autoridad bastante ocupada.
PUESTO FUE TRINCHERA
Donde actualmente está la delegación de la Fuerza Pública -en frontera norte de Boca de Sarapiquí- fue un puesto de guerra ocupado por sandinistas, allí aún existen trincheras que eran usadas para salvarse de la lluvia de balas que lanzaban.
Inclusive se puede apreciar muy cerca en uno de esos huecos un cementerio abandonado, ahí reposan los restos de los valientes héroes nacionales que lucharon contra los nicas, y que ahora solo se aprecian las cruces y un montazal el cual recorren las serpientes que amenazan a los caballos.
RAYO LOS QUEMA
En el humilde puesto policial existen muchas carencias para los policías, sin embargo tienen lo necesario para llevar a cabo las obligaciones que realizan a diario. Pero hace unos días, un rayo por poco mata un oficial que estaba sentado en una silla plástica recostado a un poste de madera, aquél lo impactó y mandó al suelo dejándolo aturdido. Afortunadamente él no sufrió lesiones, aunque los electrodomésticos que tenían se quemaron, y ahora cocinan a gas, pero con la esperanza de poder adquirir lo que tanto necesitan para sus necesidades básicas.
Para colmo de males, los uniformados no cuentan con agua potable y dependen de las lluvias para consumir y cocinar luego de recolectarla en tanques. Pese a estas dificultades los cuatro oficiales que se mantienen en el puesto no bajan los brazos y velan por la seguridad del país.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: Isaac Villalta
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Martes 01 Julio, 2014
HORA: 12:00 AM
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