Muchos de los proyectos que el Poder Ejecutivo ha remitido a la Asamblea Legislativa no solo están mal planteados, sino que, además, quieren saltarse las leyes. Así lo aseguró la diputada Gloria Navas, quien se refirió a la relación entre el Congreso y Casa Presidencial, su salida de Nueva República, su permanencia en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico, además del avance de propuestas para frenar la oleada de violencia y crimen organizado que vive el país. Este es un extracto de la entrevista que brindó la legisladora a DIARIO EXTRA.
¿Cómo han sido las últimas semanas en la Asamblea? ¿Cómo analiza la coyuntura política y, principalmente, en los proyectos de seguridad?
- Yo me siento preocupada por la situación del país y también estoy preocupada porque no vamos a la velocidad que uno quisiera. A pesar de eso, estoy satisfecha porque siento que he podido colaborar bastante con leyes y sobre todo en el tema de seguridad.
La quieren sacar de la Comisión de Seguridad y Narcotráfico. Tiene el camino empedrado…
- A mí me da risa, porque hicieron un escándalo de la nada. Es evidente que yo, desde un principio, tuve confrontaciones con el presidente porque no es respetuoso con la Asamblea Legislativa. Evidentemente, el presidente no quiere que yo esté en la Asamblea Legislativa ni en la Comisión, pero, vea, dice que mandó 10 proyectos, a veces cinco, seis, y que no se los pasamos, pero ¡son bien malos! También, la Comisión ha tomado mucha importancia y ahora todos quieren estar ahí, todos quieren ser presidentes de la Comisión, aunque no sepan nada de la materia. Luego de una visita que hice a la prisión, y de la cual no quiero entrar en detalles porque eso está en manos del Ministerio Público, pues han subido las presiones. Yo estoy muy contenta de que se investigue, porque ahí se va a determinar cómo fue que se manejó eso o cómo fue que me tendieron una trampa o se aprovecharon del hecho para pedir que no esté en la Comisión. ¡Yo no me tengo que disfrazar!
¿Cómo se siente de haber abandonado dicha fracción?
- Estoy muy contenta, voy a tener más libertad para trabajar, promover leyes y negociar con las otras fracciones. Ellos tergiversaron el asunto, porque para ellos haber visitado a una persona que ya fue condenada hace años es que yo estoy defendiendo a los delincuentes y que no me preocupo por la víctima. ¡Eso es una falacia!
Precisamente a usted se le ha venido acusando de ser la diputada que defiende al narco y a los delincuentes…
- ¡Es una tontera! Tengo 50 años de ejercer la profesión y, en todo ese tiempo, trabajé como jueza primera de Trabajo, me tocó ser fiscal del Ministerio Público cuando se implantó la oralidad en Costa Rica, me tocó trabajar en el tiempo con doña Elizabeth Odio en el traspaso de reos que estaban en la Penitenciaría a La Reforma, colaboré en toda la organización interna carcelaria, fui jefe de Defensores Públicos (…). Yo creo que han confundido dolosamente esa situación. ¿Por qué? Si fui fiscal del Ministerio Público, obviamente acusé, entonces, ¿por qué no sacan la lista de todos esos casos? Me tocó acusar a todos los hijos del Diablo, a los nietos del Diablo. ¡De eso no dicen nada!
¿Qué le cobra el Gobierno? Hace meses, usted salía con don Rodrigo Arias y miembros del Poder Judicial hablando de los proyectos de seguridad y de la noche a la mañana piden su salida. ¿Qué cambió?
- Eso debería preguntárselo al presidente. Él ha tergiversado con exageraciones. Le digo algo, con mis años y mi experiencia: de las leyes que han mandado, hemos tenido que reformarlas y hacerles cambios porque se plantean cosas que no están bien, que chocan con la Constitución, que la misma Corte Suprema de Justicia da una opinión sobre lo malos que son los proyectos de Gobierno. Son pésimamente hechos. ¡Pero no les gusta que se los digan! ¡No! (…). El presidente convocó, desconvocó, volvió a convocar y desconvocar, después nos tiró un montón (de proyectos) y dice: vean a ver qué hacen con eso. ¡Eso no es una forma adecuada de un presidente de la República en medio de una crisis de seguridad! Don Rodrigo Arias tuvo la gentileza e inteligencia política de decir, “presidente, reunámonos”. En esa reunión, Chaves me enjachó y me dijo: “Usted me va a tener que explicar esto”. Yo no soy parte del Poder Ejecutivo, soy parte del Poder Legislativo y todo lleva su respectivo trámite. ¡Parece no entenderlo! Uno de esos proyectos fue el de extradición.
¿Cuál es el problema con ese proyecto?
- El tema de extradición no se puede pasar de buenas a primeras, porque choca con la Constitución, choca con la Convención de Derechos Humanos, porque son costarricenses. Don Rodrigo Arias presentó un proyecto con Danny Vargas para extraditar extranjeros y, aun así, puede ser cuestionable porque esos extranjeros, si son nacionales, ya son costarricenses. Con esto tenés que quitarles la nacionalidad. Tiene que haber un proceso de análisis muy serio, no aprobarlo a la carrera.
A usted se le asocia habitualmente con Ricardo Allem…
- Sí, fue un hecho histórico. Se hizo una Comisión Especial en la Asamblea Legislativa. Ricardo Allem era de jefe de Signos Externos del Partido Liberación Nacional, entonces hubo todo un involucramiento a nivel político, pero lo que no se dice es que yo no llegué a la condenatoria de Ricardo. El Tribunal no me dejaba hacer preguntas ni ejercer defensa y, como no me dejaron hacerlo, yo renuncié. Yo le dije: “No quiero prestarme a eso, te van a condenar y sin debido proceso”, quien terminó el caso fue la Defensa Pública. No dicen cuántos casos he llevado en todos estos años en el Ministerio Público, que tuve condenatorias como fiscal, la cantidad de procesos que llevé…
Algunas personas acusan que las leyes están hechas a favor del delincuente o existe exceso de garantías…
- No, no. Una cosa es prevención y otra cosa de sanción. El tema tiene que verse cómo entran elementos de la Ley Procesal Penal costarricense, hay gente que dice: “Ah, si estuviéramos en Estados Unidos eso no pasaría”. ¡Eso es un cuento de conocimiento! Nosotros tenemos penas muy elevadas, incluso en todo lo que es crimen organizado son penas mayores a los 4 años, es un límite bastante bajo.
¿Y cuántas condenas hay por crimen organizado?
- No hay suficientes. Para mí, lo que hay que hacer es revisar cada uno de los procesos. ¿Por qué en este hubo absolutoria? ¿Por qué tenemos recursos de apelación o de casación? A veces un tribunal condena, se plantean recursos porque eso está en el procedimiento y la persona tiene derecho a que se apele, en ocasiones hay defectos en la tramitología y tiene que devolverse hasta tres años, cinco o 10 años (…).
Por todo eso la gente siente que no hay justicia.
- Se justifica esa opinión. Hay terrorismo y pánico. No voy a discutir el tema de mora judicial porque es cierto, se dura mucho de ahí. Yo tengo casos que no han terminado, tienen 4 o 5 años de estar pendientes. La Corte está muy cargada.
¿Somos un narcoestado?
- No hemos llegado, pero faltan varias etapas. Para eso tiene que haber una penetración muy evidente en los poderes públicos y ahí no hemos llegado.
Pero no se ve muy lejano. No es nuevo que autoridades han sido detenidas por sus vínculos con el crimen organizado.
- Sí, sí, claro, totalmente de acuerdo. Por eso, el presidente dijo que yo estaba sentada en la galleta, en su momento dije que estábamos muy cerca de un narcoestado.
En la Colombia de los 80-90, mucha de la escalada de violencia se frenó mediante leyes fuertes, pero parece que aquí no hay un sentido de urgencia similar para frenar la ola de criminalidad que vive el país.
- (Habla fuerte). ¡Eso no es cierto! ¡Nosotros tenemos esa concepción y urgencia en la Comisión! Lo que pasa es que hay que tramitar leyes malas y, aparte, nosotros no tenemos un sistema tan malo como parece. ¡No hay que cambiar todas las leyes! Yo he estado participando con algunas conversaciones con la Embajada de los Estados Unidos para implementar un proyecto que combata la conspiración. Sancionar de una manera más sencilla y ágil a las personas que no solamente cometen delitos, sino a todos los que participan en organizaciones criminales. También hay que reestructurar el Código Procesal Penal en cuanto al procedimiento. ¡Pero eso debe hacerse con mucho cuidado!
¿Está de acuerdo con la pena de muerte? Eso lo planteó uno de sus compañeros de fracción.
- ¡Jamás! Eso es una locura, es una cosa horrible y le pongo un ejemplo, en Estados Unidos existen estados que la tienen, otros no. ¿Acaso ha resuelto sus problemas? Aumentar penas no es suficiente, hoy en Costa Rica son 50 años. ¡Son muchísimos!
¿Muchísimos?
- Para mí, 50 años es más que suficiente, es demasiado, es casi que una pena perpetua. El tema debe ir con prevención e inversión social: Becas de Avancemos para jóvenes, conectividad, sembrar valores (…). Nos hemos convertido en sociedades demasiado desiguales. Esa desigualdad social es carne de cañón para el sicariato y crimen organizado (…). Se meten y les pagan con drogas, los capturan, los usan. Todo eso se frena con prevención.
¿Y equiparar las penas de adultos con las de menores de edad?
- No es necesario, hemos recibido a jueces y especialistas en esa materia y todos están de acuerdo en que eso no va a resolver el problema. Cuando uno dice que son víctimas, el presidente se enoja y dice: “qué barbaridad”. El asunto es complicado y debemos tener una política criminal muy clara e integrada, no por intereses particulares.
¿A qué se refiere?
- Algunos de un grupo o partido quieren ponerse la medallita. Hay leyes que yo me he opuesto y me han dicho que yo estoy de alcahueta de la delincuencia. ¡No! Después viene una opinión de la Corte que dice: “Ese proyecto estaba malo” (…). ¿Estoy protegiendo a los delincuentes? ¡No es cierto!
El presidente ha dicho que algunos proyectos vendrían a frenar “alcahueterías” sobre personas menores de edad. La población afirma que agarran a un menor de 18 años cometiendo un delito y no va a durar detenido porque las leyes son permisivas y muy flexibles.
- No es así y hemos venido trabajando en proyectos en esa materia. Hay uno de la diputada Larios. ¡Está en Plenario! ¿Lo convocaron? Si lo hicieran, lo podríamos votar. Estamos ampliando el plazo para que se presente la acusación contra personas menores de edad. Queremos que las acusaciones se hagan de buena manera, en cuanto a la pena de prisión se está manteniendo igual, porque ellos pueden estar hasta 15 años en prisión.
Usted habla de proyectos malos que vienen de Casa Presidencial, ¿por qué cree que se está dando esa situación?
- Me parece que es mala asesoría en Zapote.
¿Tiene el respaldo y los votos para seguir en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico?
- No lo sé, en estos momentos estoy descansando en mi fe.
¿Es algo que no le preocupa?
- Sí me preocupa en el sentido de que yo sé que mi trabajo es importante ahí, tengo demasiados años en esta materia, lo digo con toda humildad, pero hay expertos que reconocen que mi trabajo ha sido valiente, de primera, que han reconocido que he sido el contacto entre la Comisión de Seguridad y otros actores como el Colegio de Abogados, entre otros. El ataque del presidente es inmisericorde, tergiversado. No sé si tiene autoridad moral.
Aparte de Chaves, ¿quién no la quiere en la Comisión?
- Dicen que la Unidad (PUSC), que ahora es la des-unidad. Nueva República me hicieron la cruz también (risas). Yo soy de pensamiento positivo.
¿Qué opina del actual Fabricio Alvarado? Hace dos semanas salió respaldándola en una conferencia de prensa y después cambia de opinión, ¿le resultó sorpresivo?
- Sí, por supuesto. Yo no podía creer lo que me estaban diciendo. Por eso dije “me voy”. Yo no voy a desperdiciar una curul, quiero utilizarla, pero es que juegan intereses que no son tan ocultos.
¿Querían ponerle una mordaza?
- Sí, claro, eso es. Me dijeron que estaba lesionando al partido y no sé qué más… ¿Qué clase de cristianos son esos? ¿Acaso Jesús no decía sobre visitar a los enfermos y a los que están en la cárcel? ¡No le veo nada de malo! Si llegara con un rifle a sacar a alguien a la fuerza, ¡por supuesto! Más allá de lo religioso, fue algo indebido y escandaloso. Le ayudaron al presidente.
¿Nueva República le hizo el juego al mandatario?
- Claro, no lo dudo, y lo sigue haciendo. ¿No oyeron el discurso de Fabricio y de Segura? ¿No se le vino encima a la contralora? ¿Quién en su sano juicio estaría en contra de Ciudad Gobierno? ¡Todos estamos a favor de Ciudad Gobierno! El punto es que tiene que haber una licitación.
¿Cómo valora el referéndum anunciado por Zapote?
- Nosotros no somos nada tontos para que nos venga a extorsionar con eso, si quiere hacerlo, tiene plazos, que lo plantee y nosotros vemos qué hacer como Asamblea. ¿Qué quiere ver? ¿Lo del Banco de Costa Rica? Pero ya ha presentado tres proyectos y los han retirado ellos mismos por mal hechos. Si él lo convoca en este momento, ¿sabe qué pasaría? Lo archivamos por mal planteado.
¿Es necesario poner tanta atención a esos ataques cuando lo que importa es solucionar los temas país?
- No deberíamos detenernos tanto en ese pleito y discutidera. El país está en una crisis a todo nivel ¡Hoy amanecí sin luz y sin agua! Costa Rica está en una situación muy difícil, no hay como un programa político claro para los próximos 30 años.
¿Le han propuesto alguna candidatura o puesto político para 2026?
- No tengo ningún interés político hacia futuro. Yo lo que quiero es hacer el trabajo y escribir.
¿Deberían suspender la profesión liberal para los diputados?
- Desde la pandemia, yo cerré la oficina y estoy terminando algunos de esos casos, algunos ya hasta me los pagaron, hay gente que no sé ni dónde están.
¿Cuántos casos tiene por fuera?
- Muy poquitos, contados con los dedos de la mano.
¿Por qué no suspender el ejercicio liberal de los diputados?
- Yo estoy autorizada. Lo único es que choque con horarios de la Asamblea Legislativa. Por ejemplo, si yo tengo una audiencia, informo y pido permiso, entonces no gano dieta. El problema es el abuso de la profesión liberal, pero en todo caso, no tenemos tiempo (para ejercer) (…).
PERIODISTA: Aarón Chinchilla Carvajal
CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Aguilar
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Lunes 13 Mayo, 2024
HORA: 12:00 AM
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