Los turoperadores que ofrecen servicios en el lago Arenal se muestran preocupados por el nivel de sequía que se está registrando en el embalse.
DIARIO EXTRA conversó con trabajadores del sector turismo, quienes señalaron que durante los últimos meses la cantidad de agua ha disminuido considerablemente e incluso algunas barcazas que hacen recorridos por el tour se han quedado pegadas a la hora de salir.
Todo eso ha ocasionado que algunas personas no estén viendo atractivo el destino, ya que no tiene mayor sentido ir a un “lago seco”.
“La gente ya no está viniendo, prefieren quedarse en La Fortuna, en las termales o simplemente no vienen a la Zona Norte. Con la sequía ha venido bajando mucho el flujo de agua y a veces ha pasado que uno va cargado con turistas y cuesta que salga.
En Semana Santa esto estuvo malo, antes uno hacía unos 20 tours y ahora si acaso 10 y a veces ninguno”, relató uno de los turoperadores que se identificó solamente como José Luis.
Por su parte, Fermín Ramírez, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral (ADI) de Castillo, un pueblo con 700 personas que depende de la actividad turística del embalse, se encuentra preocupado por la situación.
“Con este problema del lago Arenal estamos mal. El cauce está muy bajo y las embarcaciones están teniendo muchos problemas a la hora de atracar o salir. El tema cada día se pone peor y no hay soluciones, hemos hecho solicitudes al Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), pero no nos ponen atención, no permiten hacer accesos decentes y los turistas están saliendo con barro hasta las rodillas de lo seco que está. Hemos tenido problemas en el embarcadero 2, pero sé de otros afectados. En un día al Castillo podían entrar hasta unas 1.000 personas, este pueblo es completamente turístico, y ahora, si acaso, están entrando 80-100. A muchos turistas les gusta hacer el tour del Arenal a Monteverde, pasaban 200-250 diarias, pero ya no, si acaso 50 y con suerte. ¡Ha bajado mucho!”, explicó.
El presidente de ADI detalló al Periódico de Más Venta en Costa Rica que incluso han tenido que usar chapulines, los cuales se han quedado pegados en el embalse.
A todo lo anterior, se debe sumar que en la comunidad cuentan con un muelle flotante que se ha visto afectado con el descenso en el embalse y con las lluvias que no llegan.
“Esta tarde estuvimos sacando a una gente con chapulín, nos costó bastante. El problema es que no podemos volver a arreglar el embarcadero porque el ICE no nos deja, el agua baja y baja, pero el ICE no nos deja intervenir. Nos puso a hacer una gestión ambiental con la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), ¡nos costó $12.000!, ¿y qué pasó?, como el lago sigue bajando y bajando, no sirvió de mucho y toca repetir la gestión.
¿En cuánto nos sale esa gracia?, nos cuesta $5.000 más, el agua va para abajo. Aquí todos dependemos al 100% del turismo, no hay ganadería ni agricultura y ¿qué hacemos con esa sequía?, ¿cómo volvemos a jalar gente?, ¿cómo hace la gente que tiene 15 actividades acuáticas?, los de kayak o los de sky y los de tours en lancha, no están teniendo mayor actividad. Hay algunos que se la están jugando, pero se quedan pegados. ¡Qué va! para nosotros el lago es una necesidad. ¡Estamos desesperados!”, sentenció Ramírez.
PERIODISTA: Aarón Chinchilla Carvajal
CRÉDITOS: Fotos: Isaac Villalta
EMAIL: [email protected]
Miércoles 08 Mayo, 2024
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA