El particular efecto se provoca porque el gas helio es menos denso que el aire, por lo tanto, las cuerdas vocales en la exposición directa pueden vibrar con mayor frecuencia, lo cual provoca un tono más agudo.
La velocidad del sonido en el aire es de 344 metros por segundo, mientras que en una atmósfera de gas helio, la velocidad aumenta a unos 925 metros por segundo.
Este escenario aplicado a las cuerdas vocales permite que las vibraciones sean más veloces.
Según los especialistas, no es recomendable abusar del gas helio en la garganta porque puede producir asfixia e incluso la ruptura de tejidos pulmonares.