La Costa Rica sin rumbo: ocho años por perderse
Ángel Jonathan Torres Pérez*
En el 2019, se dio uno de los movimientos sociales más polarizados por la población del Magisterio Nacional: La huelga de los maestros y profesores, o como diría un Rodolfo Piza Rocafort, ministro de la Presidencia que pasó sin pena ni gloria por Casa Presidencial, la huelga de los cuatros gatos, según él.
Nunca en la historia moderna de Costa Rica se había dado un movimiento social tan criticado y polarizado por la población costarricense, recuerdo que para ese entonces me encontraba en Paquera, Puntarenas, como funcionario del Ministerio de Educación Pública, y se dio un duro enfrentamiento entre los turistas que ingresaban vía ferry a Barceló Tambor, paradójicamente mencionaban que los vagos del Magisterio otra vez perdiendo el tiempo. Con un compañero de luchas tuvimos una experiencia con un rico turista del país, que nos maltrató de palabra y casi físicamente, decía el tagarote que él sí pagaba impuestos y merecía el libre tránsito, como ustedes saben, los ricos de Costa Rica el escuchar la palabra movimiento social la asocian con comunismo, cuestiones que son muy diferentes, como que si en este país los derechos y la democracia la pudieran disfrutar los ricos solamente.
Actualmente el tiempo le ha dado la razón al Magisterio Nacional en acción, hoy el resto de la población se queja de los impuestos, de la canasta de tributos que se avecina con el acuerdo del Gobierno de Carlos Alvarado Quesada con el Fondo Monetario Internacional, si hubiéramos recibido el apoyo de la población en ese momento, tal vez no estuviéramos en esta crisis económica tan severa actualmente. El gobierno de los Paclover está sin capitán y lleva a un despeñadero económico a la Nación, no digo República pues está cercenada, y más se parece una dictadura como Nicaragua o en Venezuela, el Poder Judicial está secuestrada por la Oligarquía Política Corporativa del país, el Presidente no gobierna, es un simple títere de la clase poderosa del país, tal parece que el Bicentenario será de los más tristes y áridos, hay muy poco que celebrar, solo la relativa libertad que nos queda, aún, a no ser que entre las tantas ocurrencias del Ejecutivo piense en una Reforma Constitucional, vean lo que pasó en Venezuela con Hugo Chávez, la misma receta y es hoy es una dictadura corrupta y cruel con su pueblo, solo esperemos que en Costa Rica no vaya por ese camino. Si no, en un futuro cercano en los libros de Historia se dirá que Costa Riva vivió dos dictaduras, la de los Tinoco y la de Carlos Alvarado Quesada y sus esbirros, la última la más descarada.
Hace 8 años, nos ofrecieron el gobierno del cambio con el PAC, donde se criticó al PLUSC, por su pobre desempeño para mejorar el estado de la Nación, hoy están peor que a quienes criticaron. Para terminar de acabar la situación, se vino el Covid-19, paralizando aún más la Economía Global y por ende la Nacional, la reactivación no se dio, o el Ejecutivo reacciono tardíamente, en Salud, se actuó a tiempo gracias a los Doctores Macaya y Salas, es lo único rescatable de este 2020, del gobierno PAC, por lo menos lavaron el lodo de su bandera.
Por el resto el panorama es desalentador para el 2021, con un presupuesto de la República de más de 6 billones de colones, más comprometido a pagar compromisos financieros internacionales que para generar economía y producción nacional, qué decir la evasión fiscal de proporciones astronómicas, si realmente se combatiera este mal, entrarían a las arcas del Estado más de 200 mil millones de colones, un monto mínimo, solo cobrando a ciertas megaempresas conocidas por todos.
Estos ocho años perdidos quedarán en los anales de la historia centroamericana y latinoamericana, era el momento del cambio, pero no se dio para todos, solo para los poderosos y ricos del país. A nivel internacional todos tenían la esperanza de que, en Costa Rica, camináramos por la senda del desarrollo económico y social equitativito, hoy la realidad es otra, las diferencias sociales y económicas son más evidendentes, el Presidente del Bicentenario se olvidó del pueblo, de los más pobres, gobierna para los magnates del país, somos más una República Bananera que un país de primer mundo como Noruega, Singapur o Finlandia, el milagro centroamericano se quedó en el papel, la Costa Rica de los padres fundadores como Juan Mora Porras, y Castro Madriz está desapareciendo, ya no es la Suiza Centroamericana, parece más un espejismo de lo llegamos a ser en décadas pasadas, ejemplo de democracia y un desarrollo económico más o menos estable, ya no existe.
La hoja de ruta en esta Administración está ausente, no existe una verdadera oposición en la Asamblea Legislativa, se carece de un liderazgo del Ejecutivo, existen pocas opciones para salir de la Isla que somos, parafraseando a Isaac Felipe Azofeifa intelectual costarricense, la oportunidad se dio, los ocho años del gobierno están por perderse o se perdieron, si no reacciona la nación como un todo, estamos a unos pasos del abismo económico y social que nos llevará al limbo del desarrollo humano. A esperar que se aclaren los nublados del día, si hay posibilidad.
*Licenciado en Educación-UNA, Nicoya
