Soy un hombre casado de 39 años. Tengo siete años de casado y en todo este tiempo casi no hemos tenido relaciones. A veces pasa un mes y hasta mes y medio “sin nada de nada”, porque mi esposa no siente ganas. Yo le dije a ella que me iba a divorciar y hablamos con los suegros para explicarles y mi suegra me dijo que ella siempre padeció de eso y me quedó la duda de si los problemas sexuales se heredan.
La pérdida del deseo sexual es una situación relativamente común en nuestra sociedad. Antes se creía que estos problemas obedecían en su gran mayoría alteraciones psicológicas o vivenciales, sin embargo, hoy sabemos que en muchos casos tienen un origen estrictamente físico, sea porque falla la producción de ciertas hormonas o porque hay una alteración metabólica.
Precisamente estos problemas hormonales y metabólicos pueden tener un carácter hereditario. Por ejemplo, los problemas en la producción de la hormona tiroidea pueden producir pérdida en el deseo, dificultad para conseguir el orgasmo y hasta problemas para lubricar, y es común que tenga un carácter familiar. Además, lo padecen más las mujeres de tal forma que es posible que la madre padezca de la tiroides y también una o varias hijas.
Sin embargo, hoy la inmensa mayoría de estos problemas cuenta con tratamientos que le permiten a la mujer recuperar el rendimiento sexual independientemente de la edad. Es decir, tanto la mujer joven, como su pareja, como la mujer mayor, como su suegra, pueden consultar. Afortunadamente, los tratamientos son sencillos y accesibles de tal forma que están al alcance de toda la población.
