Soy una mujer soltera de 31 años. Trabajo en una empresa multinacional, mi novio es compañero, pero labora en otro departamento. Por la pandemia no nos visitamos porque ambos vivimos con nuestros padres. En la empresa a veces hacemos turnos extra y cuando nos quedamos solos aprovechamos para tener relaciones o sexo oral porque sabemos dónde no hay cámaras. No sabemos si esto implica algún riesgo de contagio.
Las directrices internacionales sobre la prevención del contagio con el coronavirus suelen entenderse fácilmente desde el punto de vista teórico, pero es común que se genere cierta confusión cuando se aplican en la práctica. Específicamente para las parejas que “no viven bajo el mismo techo” se ha dictado una serie de lineamientos destinados a que no se visiten ni tengan encuentros sexuales, ya que el acercamiento por sí mismo puede ser fuente de contagio.
Desde luego, algunos han creído equivocadamente que la recomendación gira en torno a que ni uno ni otro se visiten, pero que sí pueden tener relaciones en un tercer lugar, moteles, hoteles o como en este caso en el trabajo.
En realidad la idea es que se evite el contacto cercano sexual o no sexual con todas aquellas personas con las que no se comparte la casa, que en nuestro país hace referencia en primer término a la familia y en algunos casos a compañeros de estudio o trabajo que alquilan juntos una residencia.
De tal forma que tener relaciones fuera del hogar con una pareja acarrea el riesgo de contagio, y como hemos señalado previamente, no por el acto sexual en sí, sino por el contacto corporal que conlleva el acto sexual.