La desinformación y las “falsas noticias” han satanizado los medicamentos o fármacos que utilizamos los médicos para tratar enfermedades. Esto es una verdadera pena porque hace que muchas personas renuncien a una mejor calidad de vida e incluso una mejor expectativa de vida por mitos y mentiras que les inducen miedo innecesario.
Lo anterior no significa que los medicamentos no puedan tener efectos indeseables, efectos secundarios o contraindicaciones. Pero toda actividad puede tener efectos secundarios propios de su naturaleza o de su abuso. Incluso el agua, indispensable para la vida, con propiedades maravillosas, cuando se consume en forma desmedida puede provocar daños a la salud: así como lo oye, podría provocarnos una intoxicación hídrica y poner en riesgo nuestra vida.
Los medicamentos hoy en día son sometidos a un riguroso proceso de investigación y comprobación de efectos positivos y efectos secundarios, los cuales no se presentan en todos los pacientes al mismo tiempo y tampoco significa que pongan en riesgo la vida de los pacientes. En las manos de un profesional médico son una excelente herramienta de tratamiento y control de enfermedades crónicas. Y con base en dichos estudios, mecanismo de acción, los efectos secundarios y las contraindicaciones, el médico podrá escoger el mejor medicamento y a la dosis adecuada, la cual debe ser ajustada según la respuesta y requerimiento del paciente.
A los medicamentos no hay que tenerles miedo sino respeto. Los medicamentos han mejorado no solo la calidad de vida aliviando el dolor, controlando enfermedades infecciosas que antes eran una condena a muerte como la sífilis, por ejemplo, sino también controlando enfermedades crónicas como la diabetes y la presión alta que son de las principales causas de muerte en el mundo. Y qué decir de las vacunas que han erradicado males como la viruela, y en muchos países otros padecimientos como polio, sarampión y otros tantos. No podemos más que estar agradecidos por tanto desarrollo de medicamentos.
Claro está que no existen medicamentos perfectos. Algunos son de uso más cuidadoso que otros. Pero en las manos profesionales adecuadas y en los pacientes adecuados son de gran beneficio.
Así que si un profesional médico le envía un medicamento y usted tiene dudas pídale que se las aclare. Él debe darle las indicaciones por las cuales se lo está recetando, el tiempo por el cual lo debe tomar y hasta los probables efectos secundarios. A este respecto recuerde que no a todos los pacientes les afecta ni que todos los efectos descritos en los estudios se manifiestan en todos los pacientes. Finalmente, si tiene alguna molestia al tomar un medicamento, recuerde que no es necesariamente que está dañando su cuerpo y que en caso de comprobarse que sea a causa del medicamento, eventualmente se puede ajustar la dosis o cambiarlo por otro.
Ah, se me olvidaba… no todo lo que sienta debe atribuirlo a su tratamiento, puede ser otra la causa y por eso consúltelo a su médico antes que a su vecino y no lo abandone a menos que su profesional en medicina se lo indique expresamente.
*Clínica Médica del Sur
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CRÉDITOS: Dr. Álvaro Sanabria Mora*
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Martes 09 Junio, 2020
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