La violencia puede ocurrir en cualquiera de los espacios donde nos desenvolvemos, en el hogar, el trabajo, los amigos, la calle y hasta en los lugares públicos donde se congrega gente. No necesitas conocer al agresor ni tener una relación, surge como una respuesta a la frustración, los problemas, cualquiera grita o se desquita pitando o maldiciendo a los demás.
La violencia se ha vuelto cotidiana y no solo afecta a las mujeres, también a los hombres, a los niños, a los jóvenes y a los ancianos. La violencia no tiene estado socioeconómico ni nivel educativo. Ocurre en todos los ámbitos de la sociedad con múltiples expresiones, pero todas coinciden en un daño emocional y físico a las víctimas. Repasemos algunas ideas:
• Las marcas de la violencia que cargamos: es común que en la historia de cada uno de nosotros haya habido algún evento de violencia que recordamos con dolor, algunas veces como testigos y otras veces como víctimas. Esas marcas dolorosas y difíciles de superar que muchas veces nos generan temores y traumas personales.
• La violencia también afecta al agresor: la persona violenta sufre cuando con sus acciones destruye sus relaciones y se priva de recibir afecto, amor y respeto de las personas que lastimó.
• La violencia indirecta también daña: cuando presenciamos la violencia entre otros también nos afecta, sobre todo a los niños les genera inseguridades y temores muy profundos.
• Las consecuencias de la violencia afectan nuestras relaciones: aunque no tengan nada que ver con el pasado, es posible que la persona que sufrió violencia tenga una salud mental y física que le dificulte la adaptación a las frustraciones de la vida.
• El apoyo emocional es esencial: acércate a las personas que han sufrido violencia, con buena voluntad, bríndales apoyo emocional y ten paciencia, la recuperación es lenta y siempre quedan algunas secuelas.
• La resiliencia: es esa capacidad de las personas de hacer frente a los hechos de violencia que han ocurrido en el pasado, como una capa de protección ante las dolorosas marcas emocionales que han sufrido. Requiere de una gran fortaleza interna y una decisión de volver a vivir y no permitir más violencia en sus vidas.
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*Terapia sistémica y Constelaciones Familiares y Organizacionales.
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PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Rita Hernández N.*
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Lunes 12 Febrero, 2018
HORA: 12:00 AM
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