En Navidad, como a la mayoría de las niñas recibía com regalo una muñeca, no obstante también recibía lápices de color, pinturas, papel y libros, objetos con los que empezó a despertar ese “gusanillo” por el arte. Así podemos describir los inicios de Magda Córdoba Suárez, artista costarricense que nació en la provincia de Heredia, pero desde los 10 años reside en Grecia.
En su época escolar, las clases de artes plásticas en la Escuela Laboratorio marcaron profundamente su inclinación por la pintura y el dibujo. Aquello lo describe ella misma como estar en el “cielo”, debido a la calidad de lecciones que recibía que le permitieron aprender muchas técnicas.
“Tuve la suerte de tener una profesora maravillosa, hacía talleres increíbles sobre retrato, pintura al aire libre y nos ponía a ver filminas de artistas europeos. Luego mi familia se fue a vivir a Grecia y al principio sufrí un poquito, pero también allí tuve una gran maestra. Me apuraba para terminar mis tareas escolares para ponerme a dibujar”, dijo.
COMBINACIÓN PERFECTA
Aunque no estudió arte, Magda siempre cultivó su pasión por la pintura. Se especializó en diseño publicitario que tiene una relación directa con el dibujo, algo que tampoco dejó del todo. Ella supo combinar ambas actividades para dar espacio a sus anhelos artísticos.
“Aunque estudié otra carrera llevé paralelamente dibujo y acuarela, siempre se inscribía en talleres con diferentes artistas nacionales y desde hace varios años es como mi segunda profesión. Ahora cada vez diseño menos y trabajo más en arte, en mi casa tengo un taller y también allí trabajo en diseño”, comentó.
De cara al futuro cercano, doña Magda espera desarrollar un proyecto de descubrimiento interior, esto con el objetivo de proyectar sus conocimientos hacia los demás y expresarse de una mejor manera. Si usted desea contactarse con ella puede escribirle al correo: [email protected], también en su página de Facebook: Magda Cordoba Art.
