Hay que asegurar el futuro
Editorial
Cuando éramos niños muchos escuchamos que nuestros papás cotizaban una platita mensual para algún día recibir una pensión, lo cual nos parecía algo muy lejano.
Desde ese entonces ya se hablaba de que el Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) no andaba bien. Al parecer las autoridades se tomaron el tema a la ligera y nunca evaluaron a fondo la situación, ni tomaron las medidas pertinentes para evitar el desfinanciamiento del régimen. Es hasta ahora que se ven con el agua hasta el cuello cuando se dan cuenta que muchos de los que cotizan para ese régimen no van a recibir ni un solo colón.
El problema es que a nosotros tal parece solo nos darán las gracias, pues se calcula que al 2030 ya no habrá suficientes recursos para sostenerlo.
Al paso que vamos, los que estamos trabajando actualmente y nos toque pensionarnos por esos años no nos va a tocar nada, a pesar de que mes a mes nos rebajan un importante porcentaje del salario.
Ante este panorama tan oscuro, lo único que se les ocurre a los genios es subir la edad de retiro, situación que al paso que vamos de nada va a servir porque el estrés, las enfermedades crónicas y otros males, están matando a los futuros pensionados antes de tiempo.
Además, hay que ser realistas, ni las instituciones públicas ni las empresas están en la capacidad de tener empleados tan longevos. Es poco probable que personas de 70 años permanezcan activas y con el mismo rendimiento como peón de construcción o haciendo otros trabajos pesados. Por supuesto que esta no es una posibilidad, entonces nos preguntamos, cómo va a hacer esta persona para cumplir con sus cuotas, si nadie le quiere dar empleo por su edad.
Otro punto a tomar en cuenta es que ahora la gente se incapacita más, se enferma de manera más regular, entonces muchos no se van a pensionar por vejez sino por invalidez.
Finalmente, los que logren jubilarse apenas recibirán el 40% del salario. Esto nos pone a pensar, si ahora no les alcanza ni para sus necesidades básicas, qué peripecias deberán enfrentar con una pensión tan raquítica.
Si actualmente los adultos mayores apenas sobreviven con sus empobrecidas pensiones, habrá que imaginarse cómo podría ser su condición dentro de unos años cuando el costo de vida sea más elevado.
Otra de las opciones que se barajan para hacer frente a la situación es aumentar la carga de las cuotas de los patronos y los trabajadores. Este escenario es risible pues entonces el salario quedaría reducido a casi nada por dichas rebajas.
De hecho, los empresarios indicaron desde ya que este es un tema muerto. Ellos no dejan de tener razón, pues si se sigue sangrando así a los dueños de las empresas lo único que quedará es que empiecen a despedir gente y así se generará más empobrecimiento de la población.
El tema del desempleo podría recrudecer, porque ahora es sumamente oneroso tener una empresa y hacer frente a las distintas cotizaciones sobre sus empleados. Algunos consideran que ya no es rentable tener una empresa en este país y posiblemente por esto un numeroso grupo ha decidido trasladar su producción a otros países donde pueden contar con más garantías.
Acá lo mejor será que desde ya nos vayamos preparando a cotizar para pensiones complementarias, para no tener que poner toda nuestra esperanza en el Estado.
Si pretendemos tener una vejez tranquila, debemos tomar desde ya las medidas necesarias. Así no tendremos que depender de nuestros hijos o la caridad ajena cuando dejemos de trabajar. Aquí solo queda tratar de ahorrar o pagar una pensión complementaria a la que aspiramos con la CCSS.
